Poetas Andaluces
CANDIL – SEIS CAPRICHOS
(Federico García Lorca)
¡Oh, qué grave medita
la llama del candil!
Como un faquir indio
mira su entraña de oro
y se eclipsa soñando
atmósferas sin viento.
Cigüeña incandescente
pica desde su nido
a las sombras macizas,
y se asoma temblando
a los ojos redondos
del gitanillo muerto.
CANDIL – SEIS CAPRICHOS
(Federico García Lorca)
¡Oh, qué grave medita
la llama del candil!
Como un faquir indio
mira su entraña de oro
y se eclipsa soñando
atmósferas sin viento.
Cigüeña incandescente
pica desde su nido
a las sombras macizas,
y se asoma temblando
a los ojos redondos
del gitanillo muerto.
Cuidad, de que no se apague, no,
la mecha de este candil, sí, sí.
Que no le falte el aceite, no,
para que pueda lucir, sí, sí.
Que su luz incierta ilumine,
la danza que cantamos y bailamos.
Si se apaga nos asustamos
y no acabamos nuestra danza con candil.
Saludos
la mecha de este candil, sí, sí.
Que no le falte el aceite, no,
para que pueda lucir, sí, sí.
Que su luz incierta ilumine,
la danza que cantamos y bailamos.
Si se apaga nos asustamos
y no acabamos nuestra danza con candil.
Saludos