Ah, pos no la había reconocido.
Saludos
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LA CRUZADA DEL OCÉANO
Y entonces apareció Hernán Cortés
3 COMENTARIOS SANTIAGO MARTÍN SALVADOR
Cuba, febrero de 1519. Un hombre culmina a toda prisa los preparativos de una gran expedición. Lo que se le ha encomendado es poca cosa: reconocer la costa del Yucatán, en lo que hoy es México, y comerciar con los nativos. Pero ese hombre aspira a más. Ese hombre aspira a la gloria. Ese hombre se llama Hernán Cortés.
La flota que precipitadamente se alinea en Santiago de Cuba es impresionante. Once barcos, 109 marineros, 508 soldados, 32 ballesteros, 13 escopeteros, 16 jinetes, 200 indios de servicio, algunos negros… Los barcos transportan también una importante cantidad de caballos y perros. Y una buena panoplia artillera: 10 cañones de bronce y 4 falconetes.
¿Para qué semejante despliegue? El gobernador de la isla, Velázquez, no le ha encargado más que un mero reconocimiento del litoral y ensayar algún comercio con los indígenas. Pero Cortés ha oído hablar de los tesoros de la región y de las grandes ciudades que esas selvas esconden, y quiere conquistarlas. Por desgracia para el aventurero, Velázquez se entera: no es eso lo que él le ha mandado. Desconfía de Cortés. Planea quitarle el mando. Por eso nuestro hombre se apresura: hay que partir antes de que llegue la contraorden del gobernador..........
Saludos
Y entonces apareció Hernán Cortés
3 COMENTARIOS SANTIAGO MARTÍN SALVADOR
Cuba, febrero de 1519. Un hombre culmina a toda prisa los preparativos de una gran expedición. Lo que se le ha encomendado es poca cosa: reconocer la costa del Yucatán, en lo que hoy es México, y comerciar con los nativos. Pero ese hombre aspira a más. Ese hombre aspira a la gloria. Ese hombre se llama Hernán Cortés.
La flota que precipitadamente se alinea en Santiago de Cuba es impresionante. Once barcos, 109 marineros, 508 soldados, 32 ballesteros, 13 escopeteros, 16 jinetes, 200 indios de servicio, algunos negros… Los barcos transportan también una importante cantidad de caballos y perros. Y una buena panoplia artillera: 10 cañones de bronce y 4 falconetes.
¿Para qué semejante despliegue? El gobernador de la isla, Velázquez, no le ha encargado más que un mero reconocimiento del litoral y ensayar algún comercio con los indígenas. Pero Cortés ha oído hablar de los tesoros de la región y de las grandes ciudades que esas selvas esconden, y quiere conquistarlas. Por desgracia para el aventurero, Velázquez se entera: no es eso lo que él le ha mandado. Desconfía de Cortés. Planea quitarle el mando. Por eso nuestro hombre se apresura: hay que partir antes de que llegue la contraorden del gobernador..........
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