TRINCHE dándo la nota, en el buen sentido de la palabra. Un beso, Manolo.
ENCI, Que pesao soy, siempre en el medio! Me recuerdo yo mi mismo al ciego del Lazarillo de Tormes. Vente un día con mi primo el PISHA y conmigo a tomar jamón a la C/ Postas. Contamos contigo! Ya veremos quien paga. Jajaja! SALUDOS
Te cojo la palabra. Decirme que día. Tiene que ser sábado. Entre semana estoy muy liada. Aviso a las niñas?. No quiero que se molesten si no les decimos nada.
Pues, quién va a pagar? El soltero de oro.
EL OJO IZQUIERDO.
Es verdad que las costumbres hacen leyes. Ayer por el telefonillo pregunte ante una LLAMADA, quién es. Cuál fue nuestra sorpresa que contestaron: la cartera. Inmediatamente nos echamos manos al bolsillo de atrás, no sin antes de balbucear: ¡qué morros… un atraco a distancia! (que nos perdone nuestra amiga Vicenta, que hace mucho tiempos que no pasamos por Torrijos y menos con la circunvalación y no es con mala intención); pero no… era la cartera de Correos. Si es que esta palabra o nominativo cuando vamos al pueblo lo oímos con relativa frecuencia: ¡Mira… ese es un “cartera”! (en este caso el masculino). Nosotros suponemos… suponemos que es porque es célibe y tiene dinero ahorrado, ¡su trabajo le habrá costado! Pues que tenga cuidado, que pudiera ser que: ¡A mí no me limpias nada, será a la casa… que tanto es tuya como mía!, sea la próxima LLAMADA. Saludos.
Es verdad que las costumbres hacen leyes. Ayer por el telefonillo pregunte ante una LLAMADA, quién es. Cuál fue nuestra sorpresa que contestaron: la cartera. Inmediatamente nos echamos manos al bolsillo de atrás, no sin antes de balbucear: ¡qué morros… un atraco a distancia! (que nos perdone nuestra amiga Vicenta, que hace mucho tiempos que no pasamos por Torrijos y menos con la circunvalación y no es con mala intención); pero no… era la cartera de Correos. Si es que esta palabra o nominativo cuando vamos al pueblo lo oímos con relativa frecuencia: ¡Mira… ese es un “cartera”! (en este caso el masculino). Nosotros suponemos… suponemos que es porque es célibe y tiene dinero ahorrado, ¡su trabajo le habrá costado! Pues que tenga cuidado, que pudiera ser que: ¡A mí no me limpias nada, será a la casa… que tanto es tuya como mía!, sea la próxima LLAMADA. Saludos.