LOS VIEJOS.
Los viejos son niños avergonzados
que a la plaza vuelven a buscar el sol
y entretienen a un grupo de palomas
mientras pasa la vida alrededor.
Los viejos van, andando las veredas
meditando el invierno que vendrá,
demorando el paso hasta que anochezca
y así volver a casa sin molestar.
Y saben que la vida no es tan larga
y miran el futuro para atrás…
los viejos tienen miedo a su verdad
Los viejos son la vida
que se escapa apoyada en un bastón,
los viejos son manada en retirada
del espejo y del reloj…
y sienten en la boca un sabor que les provoca
decir que el tiempo de antes fue mejor
y guardan la tristeza… en el corazón…
Los viejos son siluetas transparentes,
mirada ausente, profetas del adiós
que a la iglesia van a rezar despacito
para que escuche solamente el señor.
Ellos guardan en papeles amarillos,
compromisos que el tiempo jubiló…
y hacen fila, para recibir migajas
que la patria les devuelve por favor.
Y saben que la vida no es tan larga
y miran el futuro……
FERNANDO UBIERGO.
Los viejos son niños avergonzados
que a la plaza vuelven a buscar el sol
y entretienen a un grupo de palomas
mientras pasa la vida alrededor.
Los viejos van, andando las veredas
meditando el invierno que vendrá,
demorando el paso hasta que anochezca
y así volver a casa sin molestar.
Y saben que la vida no es tan larga
y miran el futuro para atrás…
los viejos tienen miedo a su verdad
Los viejos son la vida
que se escapa apoyada en un bastón,
los viejos son manada en retirada
del espejo y del reloj…
y sienten en la boca un sabor que les provoca
decir que el tiempo de antes fue mejor
y guardan la tristeza… en el corazón…
Los viejos son siluetas transparentes,
mirada ausente, profetas del adiós
que a la iglesia van a rezar despacito
para que escuche solamente el señor.
Ellos guardan en papeles amarillos,
compromisos que el tiempo jubiló…
y hacen fila, para recibir migajas
que la patria les devuelve por favor.
Y saben que la vida no es tan larga
y miran el futuro……
FERNANDO UBIERGO.