TENERIFE-. LOS VITICULTORES.
El responsable de la Asociación de Viticultores de Tenerife, no obstante, reconoce que algunos requisitos del decreto pueden estar ralentizando la regulación. "Los cuatro meses de apertura son insuficientes. Vamos a pedir al Gobierno de Canarias que amplíe este plazo hasta que el vinicultor acabe con su añada", revela el secretario. García solicita también que se controle el uso de la palabra guachinche. "Gran parte del problema radica en que cualquier establecimiento abre bajo la placa de guachinche ya que es un nombre muy comercial", explica García.
Los vinicultores locales admiten que para el consumidor es muy difícil diferenciar un verdadero guachinche de una restaurante enmascarado como tal. "La mejor forma es fijarse si está entre viñedos. Si un guachinche se localiza en el mismo centro de Santa Cruz o La Laguna, algo huele raro", confiesa García. La solución pasa, según el secretario de Asviten, "por seguir poniendo mano dura y legalizar a estos establecimiento como lo que son".
El responsable de la Asociación de Viticultores de Tenerife, no obstante, reconoce que algunos requisitos del decreto pueden estar ralentizando la regulación. "Los cuatro meses de apertura son insuficientes. Vamos a pedir al Gobierno de Canarias que amplíe este plazo hasta que el vinicultor acabe con su añada", revela el secretario. García solicita también que se controle el uso de la palabra guachinche. "Gran parte del problema radica en que cualquier establecimiento abre bajo la placa de guachinche ya que es un nombre muy comercial", explica García.
Los vinicultores locales admiten que para el consumidor es muy difícil diferenciar un verdadero guachinche de una restaurante enmascarado como tal. "La mejor forma es fijarse si está entre viñedos. Si un guachinche se localiza en el mismo centro de Santa Cruz o La Laguna, algo huele raro", confiesa García. La solución pasa, según el secretario de Asviten, "por seguir poniendo mano dura y legalizar a estos establecimiento como lo que son".