EL OJO IZQUIERDO
Qué bonito era aquello de hablar sin saber… a lo que llamamos nosotros “comentarios inter comercial” ¿Y aquello… si era el primer TOQUE, segundo o último… para la misa? Era ilusionante a más no poder. Nos explicamos: La gente fémina sobre todo, se relacionaba a través de los comercios o coloniales que había o existían en nuestro pueblo. Nunca era lo mismo o coincidía lo que se decía entre o en los comercios de la calle Nueva de Laureano, tía Antonia, Ángel, Fernanda, Joaquín o la tía Raimunda. Te pasaba a la calle Coso en el de la tía Isidra… de camino te iba a la calle “El Cura”; pasamos por el comercio de la tía Mª Cristina (antes fue de la tía Mª de la O, mujer del Alcalde), tía Boita, tío Frasco… y el confluencia calle de la Constitución confluencia de la calle Pavón, el comercio de la “Javiela”, Hermanas Barrantes y Hermanas Machado… calle Valencia el comercio de la tía Fernanda y nos saltamos al Palacio el comercio de la tía “Montañesa”… bajamos por la calle Parra, Ángel Cotrina… y a la vuelta “Samuel. ¡Muchos comercios nos parecen…! Pues cuando alguien traían para enterrar por ejemplo … no nos poníamos de acuerdos, si el difunto se quedaba, venía o esperaba a un hijo a hija para enterrar… “Dicen que lo traen para acá”… decía una; otra: “que no… que esperaban…”, apostillaba… No ahora que ayer dijo el Sr. Cura la sorpresa o el secreto (no sabemos dónde está la frontera) que iban a ser las Mayordomas… y hace quince días, que todo el mundo lo sabía. Sorpresa (sorprise = “sorprai”) es la que habrá dentro de otros quince días. Y es que TOCA de quince en quince, ¡qué le vamos hacer! Alegrémonos por la gratuita estimulación. SALUDOS.
Qué bonito era aquello de hablar sin saber… a lo que llamamos nosotros “comentarios inter comercial” ¿Y aquello… si era el primer TOQUE, segundo o último… para la misa? Era ilusionante a más no poder. Nos explicamos: La gente fémina sobre todo, se relacionaba a través de los comercios o coloniales que había o existían en nuestro pueblo. Nunca era lo mismo o coincidía lo que se decía entre o en los comercios de la calle Nueva de Laureano, tía Antonia, Ángel, Fernanda, Joaquín o la tía Raimunda. Te pasaba a la calle Coso en el de la tía Isidra… de camino te iba a la calle “El Cura”; pasamos por el comercio de la tía Mª Cristina (antes fue de la tía Mª de la O, mujer del Alcalde), tía Boita, tío Frasco… y el confluencia calle de la Constitución confluencia de la calle Pavón, el comercio de la “Javiela”, Hermanas Barrantes y Hermanas Machado… calle Valencia el comercio de la tía Fernanda y nos saltamos al Palacio el comercio de la tía “Montañesa”… bajamos por la calle Parra, Ángel Cotrina… y a la vuelta “Samuel. ¡Muchos comercios nos parecen…! Pues cuando alguien traían para enterrar por ejemplo … no nos poníamos de acuerdos, si el difunto se quedaba, venía o esperaba a un hijo a hija para enterrar… “Dicen que lo traen para acá”… decía una; otra: “que no… que esperaban…”, apostillaba… No ahora que ayer dijo el Sr. Cura la sorpresa o el secreto (no sabemos dónde está la frontera) que iban a ser las Mayordomas… y hace quince días, que todo el mundo lo sabía. Sorpresa (sorprise = “sorprai”) es la que habrá dentro de otros quince días. Y es que TOCA de quince en quince, ¡qué le vamos hacer! Alegrémonos por la gratuita estimulación. SALUDOS.