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EL OJO IZQUIERDO
No hace mucho tiempo que Portugal era el destino preferente cuando se veníamos o desde pueblo nos acercábamos por Navidad, alguna mañana o tarde echábamos, bien a comer… o a los Gallegos para las toallas o platos de cerámica de la colonia de Macao. Allí estaba “la española”, casada con Antonio que nos ayudaba mucho y bien, trabajo en el Juzgado de Valencia, pero el amor es lo que tiene. Bien, pero a comienzo de los 90 cuando vino el Canal Azul, quitando la frontera… ya no había que “burlar” o escamotear a los guardias y “guardiñas”, un par de kilos de café. Y ahí perdió el encanto. Es tan fácil pasar… que a uno le quita las ganas de acercarse a Marvao, Portagem, Portalegre, etc.
Pues ahora lo que nos quita las ganas es el peaje de sus autovías y todo es por no poner cabinas de pagos. No encuentra la forma ideal… con lo sencillo tomar ejemplo de Extremadura (en algo teníamos que ser modelo), que se circula por toda la “Autovía de la Plata” sin pagar absolutamente nada. Los hermanos lusos han cambiado el Toll Service por el Toll Card, tarjetas de propago de 5, 10, 20 o 40 eros que también se pueden comprar por Internet, áreas de de servicio y correos (“correiro”). Pero nos topamos que no sabemos dónde iremos… ni cuánto tardaremos y que tarjeta sacar. No sabemos “ná”. Lo mejor es quedarse en casa… hasta que se aclaren, que tiempo habrá. No hablamos de los alternantes y picarones “camino verdes” que hacíamos o hacemos los españoles, porque a más de uno le fastidiaremos la mañana. ¡Y eso nunca…! SALUDOS.
No hace mucho tiempo que Portugal era el destino preferente cuando se veníamos o desde pueblo nos acercábamos por Navidad, alguna mañana o tarde echábamos, bien a comer… o a los Gallegos para las toallas o platos de cerámica de la colonia de Macao. Allí estaba “la española”, casada con Antonio que nos ayudaba mucho y bien, trabajo en el Juzgado de Valencia, pero el amor es lo que tiene. Bien, pero a comienzo de los 90 cuando vino el Canal Azul, quitando la frontera… ya no había que “burlar” o escamotear a los guardias y “guardiñas”, un par de kilos de café. Y ahí perdió el encanto. Es tan fácil pasar… que a uno le quita las ganas de acercarse a Marvao, Portagem, Portalegre, etc.
Pues ahora lo que nos quita las ganas es el peaje de sus autovías y todo es por no poner cabinas de pagos. No encuentra la forma ideal… con lo sencillo tomar ejemplo de Extremadura (en algo teníamos que ser modelo), que se circula por toda la “Autovía de la Plata” sin pagar absolutamente nada. Los hermanos lusos han cambiado el Toll Service por el Toll Card, tarjetas de propago de 5, 10, 20 o 40 eros que también se pueden comprar por Internet, áreas de de servicio y correos (“correiro”). Pero nos topamos que no sabemos dónde iremos… ni cuánto tardaremos y que tarjeta sacar. No sabemos “ná”. Lo mejor es quedarse en casa… hasta que se aclaren, que tiempo habrá. No hablamos de los alternantes y picarones “camino verdes” que hacíamos o hacemos los españoles, porque a más de uno le fastidiaremos la mañana. ¡Y eso nunca…! SALUDOS.