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MEMBRIO: Oda a los chozos...

Este labrador lleva en la sangre el buen que hacer de un labrador con la ventaja que aparentemente pisa en tierra de su propiedad y a la vez es fructífera. Por ninguno de los cuatro costados parece membrillero.

Pues claro que no es Membrio, pero algo se asemeja, y lo que comentas de tierra fructífera, pues es vedad que la tierra que rodea donde hemos nacido, para cultivarla necesitaba mucho esfuerzo, con la cabaera entre otras herramientas, se forzaban nuestros abuelos y padres para arrancar las Jaras y Retamas y en ocasiones el producto que recogían res muy mísero.
Un abrazo

En Extremadura “Todo negativo y nada positivo” y cuando algo pasa siempre hay culpables y en este caso encontramos tres culpables: El Generalísimo por la Gracia de Dios, el Obispo y el Señorito.
La Extremadura de nuestros padres fue trabajar de sol a sol por un salario de mierda, ante la enfermedad nunca un análisis de sangre ni una radiografía o traslado al hospital………………………
“Los Santos Inocentes” se quedan pequeños comparando con la realidad. Hasta que proceda.

Queremos a Extremadura pero todavía no he encontrado la razón.

Oda a los chozos

Chozos extremeños
de juncos o retamas.
Hogares de pastores,
cómplices de sus vidas
y guardianes de las majadas.
Testigos de lluvia copiosa,
noches crudas de invierno
y siestas calurosas.
Chozos redondos,
sin rincones ni escondrijos,
dormitorio, comedor, cocina,
despensa, cuarto de estar,
sombra, cobijo...
Fiel amigo, testigo callado
de noches de amoríos,
y de largas primaveras
bajo un cielo claro y limpio.
! Ay! si vuestros juncos hablaran
y nos dijeran vuestras penas
al ver llorar a los niños
en crudas noches de invierno
ateridos de frió.
Con el rodar de los tiempos
habéis sido sustituidos,
por construcciones de piedra
o ladrillo.
Chozos extremeños
majestades erguidos
ya no alegráis los caminos.
Saludos