¡Carni, Carni! Se me ha ocurrido que podríamos levantar un
monumento en ese punto -aunque fuera de alambre-, en lugar de la farola, que recuerde a las generaciones que el
carnaval de nuestro querido
pueblo va en las venas, no se inventó ayer por hoy. Buenooo, olvida lo que te he dicho, no sea que me salten al cuello.
... y dicho sea de paso, tienes un
traje que ya lo quisiera yo pa mí. Guapa, guapa.
Un abrazo