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MEMBRIO: DIARIO DE UN GUIA TURISTICO. 2ª parte...

DIARIO DE UN GUIA TURISTICO. 1ª PARTE.

Es una satisfaccion poder narraros, lo que es un dia de excursion en plena naturaleza, a cargo del mejor guia de turismo ortinologico. En proximos escritos os dare mas informacion sobre este tipo de turismo y quien lo organiza.

El finales de septiembre nos trasladamos al corazón de la Extremadura más desconocida visitando la Sierra de San Pedro y los Llanos de Brozas.
Previa parada en una localidad de la provincia de Toledo para desayunar y comprar víveres, llegábamos a la localidad de Aliseda en torno a las 12:30 h. Minutos después estábamos ya en camino hacia uno de los territorios habituales de águila perdicera. De camino al punto de observación donde se divisa su nido nos cayó un buen chaparrón que a la postre dificultaría su localización. No teníamos más opciones que tratar de encontrar a una de las reinas de estas sierras en su posadero... algo que desgraciadamente no ocurrió.
En la monumental dehesa de alcornoque circundante se dejaban oír los petirrojos, agateadores comunes, currucas capirotadas y en un par de ocasiones el tímido picogordo. Aprovechamos para hacer una introducción de la situación de esta rapaz en nuestro país abordando el plan de introducción de la especie llevado a cabo con fondos Life (Life Bonelli).
En Aliseda aprovechamos para comer en un coqueto bar local que nos brindó la oportunidad de no mojarnos gracias a la lona de su terraza. ¡Qué manera de llover durante algo más de una hora! Cuando casi había parado la lluvia nos dirigimos hacia la antigua estación de Herreruela. El tiempo que tuvimos al llegar y al marcharnos poco tuvo que ver, y afortunadamente pudimos disfrutar de unos de los breves momentos con sol de todo el fin de semana. Fue salir el Astro Rey y comenzar a ver movimiento de buitres leonados primero, seguidos de los aquí comunes buitres negros. También registramos al menos cuatro culebreras europeas diferentes, una pareja de águilas reales y dos águilas calzadas, una de fase clara muy bien vista y otra oscura a lo lejos. Currucas cabecinegras, arrendajos, golondrinas dáuricas, gorriones chillones y rabilargos también fueron anotados en nuestro cuaderno de campo durante esas horas.
Después de disfrutar con el vuelo de las rapaces, aunque el águila imperial no acudió a su habitual cita por estos pagos, nos dirigimos a la charca de Brozas, un lugar que siempre encierra una buena variedad de acuáticas. En esta ocasión varias cigüeñuelas, chorlitejos chicos, andarríos grandes, archibebes comunes y claros y un puñado de agachadizas comunes hicieron las delicias de los amantes de las limícolas. Un par de docenas de garcetas comunes y un centenar de fochas ponían un llamativo contraste blanquinegro al fondo de la masa de agua. Quizás lo más llamativo fue la concentración de unos 200 zampullines chicos, algo que no suele verse muy a menudo.

UN SALUDO PARA TODOS Y QUE LA NATURALEZA OS ATALANTE.

DIARIO DE UN GUIA TURISTICO. 2ª parte.

Sin apenas luz nos dirigimos al puente romana de Alcántara, algo que no estaba en el programa pero que dada su cercanía con nuestro hotel decidimos incluir sin dudar. Allí pudimos ver varios aviones roqueros descansando en los enormes sillares de piedra, mientras que algunas personas lograron ver un macho de roquero solitario. Era ya hora de trasladarnos a nuestro alojamiento, la Hospedería Conventual de Alcántara, donde pudimos disfrutar de una buena cena.
La mañana del domingo amaneció gris y con niebla. Proseguimos con el plan de la excursión haciendo un par de incursiones en los llanos de Brozas. Una pena comprobar in situ el bajón terrible que está sufriendo su población de aves esteparias. En toda la mañana apenas pudimos registrar dos avutardas en vuelo, y la escasez de aves evidenció los problemas de conservación del que en su día fue uno de los refugios de esteparias más importantes de Extremadura. Sí contamos con la presencia habitual de las calandrias, y de las dos cogujadas, la común y la montesina, cuya identificación dio un buen quebradero de cabeza a más de uno. Dos alcaudones reales, tarabilla norteña, collalba gris, y los primeros bisbitas comunes del año completaron la visita a los llanos, que si bien en lo ornitológico no fue muy lucida, no decepcionó a nadie en cuanto a paisaje.
La siguiente parada fue en el puente sobre el río Salor. En el mismo lugar que tantas veces disfrutara de niño con la naturaleza de esta tierra... ¡Cuántos recuerdos! Nada más llegar comenzamos a ver especies interesantes... archibebe claro, andarríos grande, un par de martines pescadores que se exhibieron de lo lindo delante del personal, aviones roqueros, los únicos vencejos comunes (ya de los últimos) del viaje... también aparecieron varias rapaces... buitres leonados, buitres negros, águila calzada, culebrera europea... pero el momento de mayor excitación llegó al observar un precioso macho de collalba negra. ¡Hacía años que no veía una por aquí! Roqueros solitarios, gorriones chillones y cientos de aviones comunes no faltaron a su cita.

Para mi es un orgullo decir que el que cuenta sus aventuras en este diario, paso muchos veranos en Membrio, donde empezo a forjarse su amor por las aves y esta tierra, y que siempre lleva con orgullo.
Mañana mas,

QUE LA VIDA ALADA OS ATALANTE,

DIARIO DE UN GUIA TURISTICO. 2ª parte
Llegaba la hora del aperitivo, por lo que pusimos rumbo a Membrío, el pueblo natal de mi madre y donde pasé algunos de los mejores momentos de mi vida junto a mis primos. Tras una parada reponedora para tomar algún refrigerio en el bar de Candi (Bar Mi Casa), echamos un breve vistazo al pantano donde apenas había vida alada, tan sólo un par de garzas reales, cogujadas comunes y una collalba gris.
a comida la hicimos en el merendero de El Empalme, bajo un calor de justicia. Sin embargo, poco después ya en la sierra, íbamos a sufrir de nuevo los caprichos de los vientos del sur que trajeron abundantes nubes y la consiguiente descarga de agua. Desde luego nos cayó un buen aguacero en nuestro segundo paseo por la sierra de San Pedro. Una pena porque en esas condiciones seguramente no viéramos ni águila imperial ni águila perdicera. Sin embargo, gracias al apoyo de José Gordillo (de PhotoRaptors) y a la pericia de los más jóvenes del grupo pudimos ver a distancia una preciosa águila perdicera adulta que secaba sus plumas en la copa de un viejo alcornoque. Una pena que la observación no durase más porque en un par de minutos alzó el vuelo para desaparecer rasante entre los árboles. Antes de comenzar nuestro regreso a Madrid paramos en el paraje de Puerto Élice, abajo, en las dehesas brillaba el sol y puntitos lejanos sobrevolaban sus encinas. Uno de esos puntitos se convirtió en un águila imperial adulta, tan lejana que apenas podía divisarme meridianamente clara a través del telescopio. No la contamos como observada a la hora de hacer la lista de aves en el camino de vuelta, ya que apenas fue vista por alguno de los participantes, quienes asentían mientras pensaban que estaban haciendo un ejercicio de imaginación.
El regreso a la urbe lo realizamos 20 minutos más tarde sobre el horario previsto. Sólo me queda agradecer a todos y cada uno de los participantes de esta salida el cariño mostrado por esta tierra que tanto quiero.
Gracias por seguir confiando en una manera diferente de viajar... y de disfrutar

Si quereis mas informacion sobre esta forma de hacer turismo, copiad el enlace. Hay mucha informacion en esta pagina. Espero que os guste Y QUE LA VIDA ALADA OS ATALANTE.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
En la parte que corresponde en los escritos seria la 3ª entrega, perdondad el error
SAludos a todos FALCO
falco muy muy bonitos tus escritos, sigue con ellos a mi me gustan mucho. Un saludo