MEMBRIO: DIARIO DE UN GUIA ORTINOLOGO....

DIARIO DE UN GUIA ORTINOLOGO.

Coincidiendo con el censo nacional de grullas, nos trasladamos en esta ocasión a la parte más occidental del valle del Tiétar. Con la sierra de Gredos como telón de fondo pudimos disfrutar de una magnífica jornada entre camaradas, recorriendo las mejores zonas para observar aves del embalse de Rosarito. A caballo entre las provincias de Toledo, Ávila y Cáceres, este embalse está considerado como Zona de Especial Protección para Aves, donde entre las especies más fáciles de observar en estas fechas destacan por encima de todas, las grullas comunes. Tuvimos oportunidad de verlas sobrevolando nuestras cabezas, alimentándose en zonas de rastrojo y en la propia cubeta del embalse, y por supuesto, desplazándose a última hora de la tarde hacia sus dormideros.

Después de la habitual parada para desayunar, nos dirigimos hacia el embalse, donde pasamos el resto de la mañana explorando los alrededores del río Arbillas y su desembocadura en el propio embalse. Antes ya habíamos podido disfrutar con un buen número de grullas comiendo en los rastrojos de un maizal. Entre las especies que observamos en esta primera parada cabría destacar la presencia de varios andarríos grande, un archibebe claro, garceta común, cercetas comunes, ánades frisos, la fugaz visión de un martín pescador y una buena selección de rapaces con milano real, ratoreno común, cernícalo vulgar, buitre leonado y un solitario buitre negro.
Se nos echaba encima la hora de comer por lo que pusimos rumbo a Madrigal de la Vera, donde dimos cuenta de nuestros bocatas y demás viandas junto al puente romano. Lavanderas cascadeñas, colirrojos tizones y dos mirlos acuáticos amenizaron el descanso mientras el cielo se cubría de nubes.
Después de comer nos dirigimos hacia la zona donde haríamos la espera para observar las grullas entrando a sus dormideros, al suroeste del embalse. En nuestro paseo entre las dehesas de encinas, alcornoque y robles melojos añadimos a nuestra lista agachadiza común, picogordo, garceta grande y silbón europeo. Mientras tanto zorzales charlos y comunes no dejaban de moverse de un lado para otro, siempre bajo la atenta mirada del simpático petirrojo.
Llegamos a nuestro apostadero minutos antes de la caída del sol. El cielo gris plomizo se iba tiñendo de colores naranjas, dorados y rojizos mientras en la lejanía se oían los característicos trompeteos de las grullas. Calculamos que pasarían en torno a las 2.000 grullas, casi 1.000 menos que la noche anterior. En esta ocasión decidieron entrar bastante más hacia el este y es posible que nos perdiéramos un buen número de ellas justo por detrás de la línea de encinas. Así y todo pudimos disfrutar de un magnífico espectáculo, y ya con la noche cerrada regresamos a nuestro autocar.

Feliz dia a todos, al igual que llegan las grullas, tambien partiran dentro de poco, veremos sobrevolar por los cielos de Extremadura en bandadas con rumbo al Este de Europa.

QUE LA VIDA OS ATALANTE.. UN SALUDO FALCO