Buenas tardes.
Esta foto es la que el párroco de Membrío ha puesto en el Facebook, no sé qué os parecerá, a mi no me gusta nada.
No digo que vaya a ser como antiguamente, que echaban a los hombres de la iglesia cuando la iban a vestir, pero esto.... no sé, no me gusta verla así.
Esta foto es la que el párroco de Membrío ha puesto en el Facebook, no sé qué os parecerá, a mi no me gusta nada.
No digo que vaya a ser como antiguamente, que echaban a los hombres de la iglesia cuando la iban a vestir, pero esto.... no sé, no me gusta verla así.
"UN PUEBLO QUE NUNCA SE ACABA".- 85
“BAE”, ¡por Dios…! Vamos a tener el verano más caliente de lo que pensábamos. Vamos camino de un concilio de Nicea III, cuando en el siglo VIII más o menos los iconoclastas negaban la legitimidad de las imágenes y su culto. Qué podíamos contar de que a los hombres lo echaban fuera de la iglesia cuando se iba a vestir a la Virgen; ello ocurría principalmente en Semana Santa, cuando había “El Sermón de las Siete Palabras”. Nunca comprendimos porque eran ocho, si las palabras en cuestión era:”Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Nosotros también pasamos por esa criba, aún siendo muchacho… y de eso ya ha llovido. Pero en realidad fueron las propias mayordomas o cameras, encargadas de vestir a la Virgen, las que despertaron nuestra infantil curiosidad. Viendo que nos echaban de la iglesia con suma insistencia, cerraban la puerta por dentro…Un buen día, junto con mi recordado amigo Paco Flores, nos escondimos en los bancos de atrás. Era fácil esconderse porque a la derecha como todos recordamos estaban las escaleras que subían al coro, tocar las campanas y dar cuerda al reloj y había un recoveco. Y con las respiraciones casi contenidas nos dijimos. “Ven mira… mira por aquí”. ¡Hostia… qué porrazo me he dado en la cabeza! ¡He visto las estrellas…! Tan ignorante era uno, que nos preguntamos: “ ¿qué estrellas…? CONTINUARÁ. Saludos.
“BAE”, ¡por Dios…! Vamos a tener el verano más caliente de lo que pensábamos. Vamos camino de un concilio de Nicea III, cuando en el siglo VIII más o menos los iconoclastas negaban la legitimidad de las imágenes y su culto. Qué podíamos contar de que a los hombres lo echaban fuera de la iglesia cuando se iba a vestir a la Virgen; ello ocurría principalmente en Semana Santa, cuando había “El Sermón de las Siete Palabras”. Nunca comprendimos porque eran ocho, si las palabras en cuestión era:”Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Nosotros también pasamos por esa criba, aún siendo muchacho… y de eso ya ha llovido. Pero en realidad fueron las propias mayordomas o cameras, encargadas de vestir a la Virgen, las que despertaron nuestra infantil curiosidad. Viendo que nos echaban de la iglesia con suma insistencia, cerraban la puerta por dentro…Un buen día, junto con mi recordado amigo Paco Flores, nos escondimos en los bancos de atrás. Era fácil esconderse porque a la derecha como todos recordamos estaban las escaleras que subían al coro, tocar las campanas y dar cuerda al reloj y había un recoveco. Y con las respiraciones casi contenidas nos dijimos. “Ven mira… mira por aquí”. ¡Hostia… qué porrazo me he dado en la cabeza! ¡He visto las estrellas…! Tan ignorante era uno, que nos preguntamos: “ ¿qué estrellas…? CONTINUARÁ. Saludos.
