El embarcadero al fondo; fue la primera vez que vi una "barca de remos". Sólo las había visto en la enciclopedia ALvarez. También vi en la realidad una "isla" por primera vez. Menos el mar... Membrío tenia de TOOOO. Por eso no necesitaba NAAA.
¡BUENOH DíAH, MEMBRILLEROH!
¡BUENOH DíAH, MEMBRILLEROH!
"UN PUEBLO QUE NUNCA SE ACABA".-90
He aquí "AMAPOLA" unos cuantos párrafos de un trabajo que publicamos en la Revista "Coto" hace algún tiempo, dependiente del "Periódico Extremadura", bajo el título "La Charca de Clavería", subvencionada por publicidad sólo y exclusivamente. Y de la que ya mencionábamosmos LAS BARCAS... que no era una sino dos, por lo menos desde el principio. Lo que si nos callamos -porque era una revista regional no local- que el que más las usó fue D. Celso, maestro que por los años 30 del siglo pasado estuvo en Membrío, que se acercaba a la charca casi todas las tardes con una "morrala" o "talega" (la bolsa de plástico, quitó de raíz o del medio estas ya ahora dos palabrejas: morrala y talega) llenas de pan para aves y peces, y por supuesto a remar desde estas mencionadas barcas:
"... Este pequeño embalse en medio de la dehesa y adyacente al cortijo, en una antigüedad no muy lejana, sirvió como activador a sus muchos usos: mover las muelas de un molino harinero, regar una frondosa huerta; siendo sus dos últimos hortelanos Modesto Guillén y Fernando Bodes, prueba de ello es que sus inmejorables melocotones allí eran embotados, productor de electricidad, lugar emblemático para la pesca, abrevadero, lugar de recreo con sus dos barcas de remos para el que quisiera utilizarlas (el sentido de la propiedad se ha exacerbado recientemente): y encima un atractivo lugar para la observación de aves. Ya quedó atrás aquello que vuela es “un pájaro” o un “pajarillo”, sin importarnos más… que la letal frase: "Todo lo que vuela a la cazuela”. Por supuesto, que las circunstancias junto a los tiempos (son hermanos y se llevan de la mano) han... ", ¡ya sobra!. SALUDOS.
He aquí "AMAPOLA" unos cuantos párrafos de un trabajo que publicamos en la Revista "Coto" hace algún tiempo, dependiente del "Periódico Extremadura", bajo el título "La Charca de Clavería", subvencionada por publicidad sólo y exclusivamente. Y de la que ya mencionábamosmos LAS BARCAS... que no era una sino dos, por lo menos desde el principio. Lo que si nos callamos -porque era una revista regional no local- que el que más las usó fue D. Celso, maestro que por los años 30 del siglo pasado estuvo en Membrío, que se acercaba a la charca casi todas las tardes con una "morrala" o "talega" (la bolsa de plástico, quitó de raíz o del medio estas ya ahora dos palabrejas: morrala y talega) llenas de pan para aves y peces, y por supuesto a remar desde estas mencionadas barcas:
"... Este pequeño embalse en medio de la dehesa y adyacente al cortijo, en una antigüedad no muy lejana, sirvió como activador a sus muchos usos: mover las muelas de un molino harinero, regar una frondosa huerta; siendo sus dos últimos hortelanos Modesto Guillén y Fernando Bodes, prueba de ello es que sus inmejorables melocotones allí eran embotados, productor de electricidad, lugar emblemático para la pesca, abrevadero, lugar de recreo con sus dos barcas de remos para el que quisiera utilizarlas (el sentido de la propiedad se ha exacerbado recientemente): y encima un atractivo lugar para la observación de aves. Ya quedó atrás aquello que vuela es “un pájaro” o un “pajarillo”, sin importarnos más… que la letal frase: "Todo lo que vuela a la cazuela”. Por supuesto, que las circunstancias junto a los tiempos (son hermanos y se llevan de la mano) han... ", ¡ya sobra!. SALUDOS.