No, no, Virgo; estos no. Esas piedras son aras romanas, donde ponían las ofrendas a los dioses. Aquí si os iríais satisfechos para casa ADP y tú, con lo que os gustan las cosas antiguas. Hasta a mí me daba pena irme del lugar... Me habéis contagiado la afición y sé qque hay cantidad de cosas de éstas. Lo que tú dices es otra cosa. jejeje... una excursión que acabé enferma, de tanta adrenalina. Y no fui la única.
MEIGAS GALLEGAS.
En España todo el mundo ha oído alguna vez hablar de las meigas gallegas… que “haberlas haylas”, pero pocos somos los que realmente conocemos su origen o las diferentes clases que existen.
En primer lugar decir que meiga es el nombre que se les da a las brujas o hechiceras en Galicia. Se dice que hacen un pacto con el diablo para hacer el mal, pero la meiga no debe confundirse nunca con la bruja que hace el bien y que es capaz de deshacer conjuros maléficos y el mal de ojo de las meigas.
Lo único que sabemos con certeza es que la gente acude a la bruja cuando piensa que detrás de lo que le sucede hay una voluntad oscura o dañina. La experta en este mundo no natural es la bruja, que no es que sólo pueda averiguar quién ha echado el mal de ojo o el hechizo sino que además tiene el poder de contrarrestarlo.
Galicia es una tierra mágica, los bosques con robles, los ríos, las montañas, los pueblos perdidos, las iglesias antiguas y las viejas casas de piedra te hacen pensar que estás en un lugar misterioso del mundo de los sabios, brujos y meigos.
Todas las historias reales se recuerdan aún hoy en día como leyendas, creando en torno a ellas una esencia mágica. Surgen rituales como es el caso de “A Queimada”, es una bebida típica gallega en la que mientras se quema el aguardiente se pronuncia un conjuro. Dicen que protege contra los maleficios si mientras que se realiza esta bebida se pronuncia correctamente la palabra “Conxuro”. En las llamas se queman las malas energías y a los seres diabólicos.
En España todo el mundo ha oído alguna vez hablar de las meigas gallegas… que “haberlas haylas”, pero pocos somos los que realmente conocemos su origen o las diferentes clases que existen.
En primer lugar decir que meiga es el nombre que se les da a las brujas o hechiceras en Galicia. Se dice que hacen un pacto con el diablo para hacer el mal, pero la meiga no debe confundirse nunca con la bruja que hace el bien y que es capaz de deshacer conjuros maléficos y el mal de ojo de las meigas.
Lo único que sabemos con certeza es que la gente acude a la bruja cuando piensa que detrás de lo que le sucede hay una voluntad oscura o dañina. La experta en este mundo no natural es la bruja, que no es que sólo pueda averiguar quién ha echado el mal de ojo o el hechizo sino que además tiene el poder de contrarrestarlo.
Galicia es una tierra mágica, los bosques con robles, los ríos, las montañas, los pueblos perdidos, las iglesias antiguas y las viejas casas de piedra te hacen pensar que estás en un lugar misterioso del mundo de los sabios, brujos y meigos.
Todas las historias reales se recuerdan aún hoy en día como leyendas, creando en torno a ellas una esencia mágica. Surgen rituales como es el caso de “A Queimada”, es una bebida típica gallega en la que mientras se quema el aguardiente se pronuncia un conjuro. Dicen que protege contra los maleficios si mientras que se realiza esta bebida se pronuncia correctamente la palabra “Conxuro”. En las llamas se queman las malas energías y a los seres diabólicos.
Virgo, tristemente, estas creencias siguen vigentes hoy en día. Señores muy encorbatados ellos, banqueros, empresarios... y señoras muy modernas ellas, andan con estos ritos y amuletos consultando a sus bruxos particulares. La queimada se suele hacer generalmente de broma en muchísimas fiestas, pero yo ya he visto a una especie de "sacerdote celta", ataviado con sus ornamentos y acompañado de la bruja correspondiente, haciéndola con toda la seriedad como si de algo divino se tratase. Y como no nombran para nada a Dios... podemos imaginar a qué fuerzas ocultas invocan.