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MEMBRIO: Las sepias: pueden imitar los colores del fondo y mimetizarse...

Las sepias: pueden imitar los colores del fondo y mimetizarse perfectamente. También pueden generar un estampado móvil que se desplace en dirección contraria a la suya, con lo que los depredadores se desorientan al no saber su dirección ni su velocidad. Otro efecto es el aspecto deimático (simular dos ojos en la espalda), que utilizan para parecer más grandes y amenazadoras.
Los machos grandes custodian a las hembras con las que se van a aparear, y entonces los machos pequeños no pueden reproducirse. Por ello, imitan los colores y los movimientos de las hembras, se acercan a las custodiadas y engañan al macho grande. Cuando fecundan a la hembra, vuelven a mostrar su apariencia de macho y huyen.
La sangre de la sepia es de un inusual color verde-azulado, ya que utiliza la proteína hemocianina, que contiene cobre, para transportar oxígeno (en lugar de la proteína hemoglobina que contiene hierro y que se encuentra en los vertebrados). La hemocianina tampoco es tan buena transportando oxígeno como la hemoglobina. La sangre es bombeada por tres "corazones" separados. Dos de ellos se utilizan para el bombeo de la sangre al par de branquias de la sepia (un corazón para cada una de ellas), y el tercer corazón es para el bombeo de la sangre por todo el resto del cuerpo.

Sepia acompañada (para 2)
1 sepia fresca grandecita, cortada y limpia (que nos la limpien en la pescadería).
¼ de kilo de almejas.
¼ de músculos.
½ vaso de agua buena.
1 tomate mediano, limpio y troceado.
1 cebolla pequeña, limpia y troceada.
1 c/postre rasa de sal.
1 chupito de aceite de oliva.
La receta: en una sartén algo grande, ponemos la sepia a freír unos 10 minutos a fuego algo fuerte para que no se cueza y la tapamos un poco por si nos salta, dándole una vuelta de vez en cuando.
En la batidora de mano, batimos el tomate con la cebolla y la sal. Se lo añadimos a la sepia, mezclamos
y con la sartén tapada dejamos cocer por igual el batido con la sepia unos 15 minutos a fuego medio.
En una cazuela con tapa añadimos el medio vaso de agua y abrimos los mejillones y las almejas previamente bien limpias, sacamos los mejillones de las cascaras y se lo añadimos al sofrito de sepia junto a las almejas y un vaso de caldo de su caldo bien colado. Le damos un chup chup de unos minutos mezclándolo todo bien y ya tenemos esta sencilla pero deliciosa receta que como es habitual en nosotros la dejemos reposar unas horas antes de servir (esto va a gustos o tiempo). Así lo hizo. L&L.