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"UN PUEBLO QUE NUNCA SE ACABA" 25. II Parte
A pesar de que Membrío sea "Un pueblo que nunca se acaba", cada vez más nos preguntamos: que será del pueblo dentro de unos 20 años por decir algo. Uno por lo que sea recorre pueblos de Castilla, vemos un fijo reflejo de lo que nos puede pasar a nosotros como pueblo algún día. En el último y hace poco que lo visitamos, había 67 almas. Ya no hay bares, solo hay un lugar de estar, pagado por el Ayuntamiento, que con máquina expendedora sirve como bar. Había dos mujeres y tres hombres los que juegan diariamente a las cartas, con la mala suerte de que un hombre descansaba cada día para formar pareja y así jugar todos, todos los días, el médico viene un día a la semana, el martes y el cura cada quince días. Un industrial del pueblo que con un buen criterio y hablando de estas cosas... que nos preocupa a todos: que ahí tenemos a Santiago que le da más trabajo. Efectivamente, allí hay jubilados de más alto poder adquisitivo que nosotros por lo general; ya que en bastante número, proceden de la Educación, del Ejercito, de las Fuerzas y Seguridad del Estado etc. y encima tiene mejor repartida la tierra y está al lado de una sierra, que suelen ser más fértil. Claro que no podemos mover al pueblo... y situarlo en otro lugar más privilegiado, que bonito hubiese sido en la confluencia del Salor con el río Tajo y uno de ellos hubiese pasado por el medio de la Plaza. Flaco favor hacemos los jubilados en no volver al pueblo, ya no volvemos ni en Navidad, si muchos nos apura... vienen los hijos a llevarse a los padres para pasar la Navidad juntos... ¡pronto... ni eso! Dentro de 20 años el más joven pensionista - aquí no hablamos ni de izquierda ni de de derecha ni del medio pensionista- tendrá 85 años... si es que llega. Volvamos al pueblo sino queremos ver morir a nuestra tierra... ¡yo me voy mañana! pero de ida y vuelta. Y es sigue siendo verdad, aquello de... "una cosa es pregonar y otra cosa es dar trigo". Así no vamos a ninguna parte. SALUDOS.
A pesar de que Membrío sea "Un pueblo que nunca se acaba", cada vez más nos preguntamos: que será del pueblo dentro de unos 20 años por decir algo. Uno por lo que sea recorre pueblos de Castilla, vemos un fijo reflejo de lo que nos puede pasar a nosotros como pueblo algún día. En el último y hace poco que lo visitamos, había 67 almas. Ya no hay bares, solo hay un lugar de estar, pagado por el Ayuntamiento, que con máquina expendedora sirve como bar. Había dos mujeres y tres hombres los que juegan diariamente a las cartas, con la mala suerte de que un hombre descansaba cada día para formar pareja y así jugar todos, todos los días, el médico viene un día a la semana, el martes y el cura cada quince días. Un industrial del pueblo que con un buen criterio y hablando de estas cosas... que nos preocupa a todos: que ahí tenemos a Santiago que le da más trabajo. Efectivamente, allí hay jubilados de más alto poder adquisitivo que nosotros por lo general; ya que en bastante número, proceden de la Educación, del Ejercito, de las Fuerzas y Seguridad del Estado etc. y encima tiene mejor repartida la tierra y está al lado de una sierra, que suelen ser más fértil. Claro que no podemos mover al pueblo... y situarlo en otro lugar más privilegiado, que bonito hubiese sido en la confluencia del Salor con el río Tajo y uno de ellos hubiese pasado por el medio de la Plaza. Flaco favor hacemos los jubilados en no volver al pueblo, ya no volvemos ni en Navidad, si muchos nos apura... vienen los hijos a llevarse a los padres para pasar la Navidad juntos... ¡pronto... ni eso! Dentro de 20 años el más joven pensionista - aquí no hablamos ni de izquierda ni de de derecha ni del medio pensionista- tendrá 85 años... si es que llega. Volvamos al pueblo sino queremos ver morir a nuestra tierra... ¡yo me voy mañana! pero de ida y vuelta. Y es sigue siendo verdad, aquello de... "una cosa es pregonar y otra cosa es dar trigo". Así no vamos a ninguna parte. SALUDOS.