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MEMBRIO: “UN PUEBLO QUE NUNCA SE ACABA” – 52. II Parte...

“UN PUEBLO QUE NUNCA SE ACABA” – 52. II Parte

Ah andas por aquí, de lo que cuentas de las Culebras, a mi me ocurrió con Sanguijuelas. salir con unas cuantas agarrás al cuerpo, se las quitaba uno y seguíamos en el agua, que por cierto había muchas lanchas en el fondo.......
Saludos.....
Enviado por Valdío el 11/11/2015 a las 0:06

Así es “VALDIO”… incluso uno se quitaba las sanguijuelas a punta de cigarro, puesto en su negro cuerpo de gusano; decían que si las arrancabas de la piel… su cabeza quedaría incrustada y difícil de desprender. Entonces las sanguijuelas eran muy comunes en charcas y charcos de la Rivera… en el Salor había menos no así en cambio las “miñocas”, usadas mayoritariamente como cebos. A lo máximo que llegábamos sobre las sanguijuelas, es que con ellas podíamos hacer “sangrías”…. sangrías de extraer sangre no introducir como bebida “fiestera”; pero ¿cuántas se necesitarían…?

Las cosas han cambiado como de la noche al día: ahora sabemos que su saliva –la saliva de la sanguijuela- que desprende de su mordedura, sirve para ralentiza el proceso de coagulación de la sangre; previniendo y tratando a las trombosis. Si hubiésemos sabido esto no hubiésemos huidos de ellas, como tampoco de las abundantes pardillas –abundantes por aquellos entonces en la Rivera-aquellos pequeños pececitos que en grupo atacaban a los pies principalmente… y nosotros nos los sacudíamos con espavientos… cuando los “pobres” venían a exfoliarnos la piel muerta de nuestros usados y sudorosos pies. Hoy hasta se paga por ello, así “FLORDENORA”, de esta acción beneficiosa: NO HUYAMOS aunque sus mordeduras fueran como espadas (Risas). SALUDOS.