4. HABITOS DE SUEÑO: La ingesta de calorías durante estas fechas no es idéntico entre todos nosotros, pero los expertos sí hablan de un consumo de en torno a las 2.000 calorías en las comidas más contundentes de las Navidades. Al tratarse de un ritmo de difícil sostenibilidad para nuestro organismo al no estar acostumbrados, lo mejor es mantener las proporciones habituales en el resto de nuestras actividades del día a día para evitar que los excesos trasciendan: entre ellos, las horas de sueño. Dormir las horas habituales ayuda a frenar el hambre, fomenta la pérdida de peso y la quema de calorías, evita imperfecciones como las ojeras (que pueden acentuar los efectos de las comilonas navideñas) e, incluso, ayuda a controlar las porciones de alimentos al día siguiente.