MEMBRIO: Al ver la sencillez de su cocina quedemos fascinados,...

Al ver la sencillez de su cocina quedemos fascinados, tenía una cocina para carbón y leña y aparte tenía otra de butano con su horno, toda ella de porcelana, con su tapa blanca y algún adhesivo que pegaría hace muchos años, de las que ya se ven poco. Su mármol grande y alargado se veía gastado de los años, pero no tenía armarios. Las estanterías estaban cubiertas con cortinas de cuadros azules y blancos, los útiles más importantes colgados en la pared, otros ya casi de museo muy limpios en las estanterías y los bajos con cortinas a juego con las de arriba. Lo guardaba todo en la alacena y la impresión de ver paredes tan blancas con múltiples capas de cal era como entrar en otro tiempo, otra época aun recordada, con su mesa camilla redonda, su brasero, sus enaguas y su hule del mapa de España con las provincias, la estancia invitaba a degustar ese plato de migas que nos ofreció con sus costillas y torrezno ¡hacía tiempo que no sentíamos un lugar tan acogedor ¡.
Nos hizo recordar la cocina de la casa de los abuelos y padres de nuestra madre, la casa familiar, una casa del año ¡ufff si nos vinimos en los años 60 cuando éramos pequeños ¡. La estancia aun conserva el gusto a tradición, sobriedad y sencillez. A nuestra querida amiga ya con sus 90 y alguno más de años.
Bien volvamos al 2016. Hoy no tenía que haber sido este postre, este surgió de sobras, pero como gusto lo ponemos y es que a veces solo a veces la sencillez nos sorprende por su aceptacion.

Dulce de gelatina (para 6)
1 sobre de gelatina de limón (85gr.) lo venden en tiendas de alimentacion.
1 cucharada de azúcar (si se desea).
1 c/ de zumo de limón (si se desea).
Calentamos un vaso de agua buena en un cazo y a la que empiece a hervir le añadimos el sobre, la azúcar y el limón, lo mezclamos todo muy bien con el fuego apagado. Una vez bien desecho todo lo echamos en un bol no muy grande y que sea rígido, dejamos tapado con una rejilla hasta que enfrié y llevemos a la nevera para mañana que estará ya cuajado. Para desmoldar la gelatina, introducir el molde, hasta la mitad aproximadamente, en un recipiente con agua caliente para que dicho calor funda ligeramente la capa de gelatina que está en contacto con el molde o con una espátula fina y alargada de teflón despegamos los laterales y base del molde. Lo ponemos en un plato y decoramos.

Decorar
3 cucharadas de harina de almendra.
1 cucharada de azúcar moreno.
1 c/ rasa de agua de azahar.
En un bol lo mezclamos todo muy bien que forme una masa espesa y notemos que el azúcar está bien mezclado. Lo colocamos alrededor de la gelatina con unas cerezas confitadas, corazones de anisetes y fideos de chocolate.