EL DIAGNOSTICO se realiza mediante una prueba de imagen ecográfica, además de la entrevista clínica, y de una electromiografía que emplea agujas en el área para detectar la velocidad de conducción del nervio mediano, cuya ralentización indica una alteración nerviosa. En la ecografía, la condición se hace patente cuando el nervio mediano es de menor tamaño o calibre de lo que debería.