“UN PUEBLO QUE NUNCA SE OLVIDA: Recordando” 30. III Parte.
Corresponde a mañana Martes día 12. Así que se puede dejar hasta mañana sin leer por si hay mucho que hacer.
“El Salón de Abajo”, era el lugar donde despegaba el mozalbete digamos oficialmente; y que el aprendizaje lo había hecho seguro al amparo y cobijo de un que otro olivo ¿y porqué debajo de un olivo…? Porque eran los idóneos, los lugares de olivos u olivares daban sombra y clandestinidad. Era muy difícil que alguien se presentara entrar a buscar o llevar algún animal. El jugar a las cartas no se toleraba así como así y máxime si se jugaba a “las perras”, que eran más bien escasas por aquellos entonces. Había que juntar para ir a buscar una o dos pesetas de tabaco al estanco, jamás la tía Laura o el tío Pablo “El estanquero” no te lo daban porque fueses menor de edad. Es más… los abuelos te hacían ponerte en aquella fila tan larga, que llegaba hasta La Plaza con el fin de coger un paquete de tabaco más. Era los tiempos del “Racionamiento”, si llegaba al aceite, a la azúcar, al pan… ¿porqué al tabaco no?
¡Vamos y levántate de la mesa de una vez!, que ha pasado fulanita con sus amigas de paseo, que estaba a continuación del “Salón” por la “Carretera Vieja”. No me hable de fulanita, que esta mañana no ha querido bailar conmigo, la muy cerda… contestaba el amigo. Y sino, nos vamos a ver el fútbol al “Realito”, que hoy juegan contra los de Salorino. Ya han pasado Sandalio Pedrero, Antolín Tejero, José Mari Vicente, José El Moreno, Tomás Huesca, Julio Mogedano, Esteban Limón, Esteban Gómez, Pablo El Litri, Román Moreno… Carlos Cava, Casimiro Nevado y no sé cuantos más. ¡Vamos… tira las cartas de una vez!, que esta una buena tarde de paseo. ¿Has pagado el café y la copa? Yo que la voy a pagar… tu que te la ha has pedido. ¡Vamos que tienes más caras que un saco perra! Así como fulanita va a bailar contigo. CONTINUARÁ. Saludos.
Corresponde a mañana Martes día 12. Así que se puede dejar hasta mañana sin leer por si hay mucho que hacer.
“El Salón de Abajo”, era el lugar donde despegaba el mozalbete digamos oficialmente; y que el aprendizaje lo había hecho seguro al amparo y cobijo de un que otro olivo ¿y porqué debajo de un olivo…? Porque eran los idóneos, los lugares de olivos u olivares daban sombra y clandestinidad. Era muy difícil que alguien se presentara entrar a buscar o llevar algún animal. El jugar a las cartas no se toleraba así como así y máxime si se jugaba a “las perras”, que eran más bien escasas por aquellos entonces. Había que juntar para ir a buscar una o dos pesetas de tabaco al estanco, jamás la tía Laura o el tío Pablo “El estanquero” no te lo daban porque fueses menor de edad. Es más… los abuelos te hacían ponerte en aquella fila tan larga, que llegaba hasta La Plaza con el fin de coger un paquete de tabaco más. Era los tiempos del “Racionamiento”, si llegaba al aceite, a la azúcar, al pan… ¿porqué al tabaco no?
¡Vamos y levántate de la mesa de una vez!, que ha pasado fulanita con sus amigas de paseo, que estaba a continuación del “Salón” por la “Carretera Vieja”. No me hable de fulanita, que esta mañana no ha querido bailar conmigo, la muy cerda… contestaba el amigo. Y sino, nos vamos a ver el fútbol al “Realito”, que hoy juegan contra los de Salorino. Ya han pasado Sandalio Pedrero, Antolín Tejero, José Mari Vicente, José El Moreno, Tomás Huesca, Julio Mogedano, Esteban Limón, Esteban Gómez, Pablo El Litri, Román Moreno… Carlos Cava, Casimiro Nevado y no sé cuantos más. ¡Vamos… tira las cartas de una vez!, que esta una buena tarde de paseo. ¿Has pagado el café y la copa? Yo que la voy a pagar… tu que te la ha has pedido. ¡Vamos que tienes más caras que un saco perra! Así como fulanita va a bailar contigo. CONTINUARÁ. Saludos.