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Es una mañana calurosa, Juan a elegido el dia de su santo para casarse en el pueblo de su vida.
Las palomas salen espavoridas ante la multuosidad ensordecida de las campanas de la vieja torre. Por la puerta principal salen los recien casados abrazados, Juan e Ines, se les ve felices exultantes, la emocion hace que Juan tenga los ojos llorosos, nunca penso que sobreviviria a la guerra y casarse con la mujer de su vida.
Tuvieron cutro hijos, buen numero para Juan, como cuatro polluelos fueron los que se criaron el nido que colgaba en lo alto del viejo alcornoque.
La vida habia cambiado bastante, ahora vive en el pueblo. El trabajaba en el campo, todos los dias cogia la mula aflamencada de color marron claro, y antes de que amaneciera ya tenia al animal preparado para salir con direccion a la finca, a desempeñar su labor con el ganado y el arbolado; vivia feliz en el campo donde el se habia criado desde muy pequeño y en contacto con esos otros moradores, los animales, los arboles, el viento, el horizonte encumbrado en los dias de invierno era lo que realmente le hacia sentirse util.
El dia que falten las personas que dieron nombre a la sierra, al recodo del rio, al pajaro negro con grandes ojos, que anida entre los agujeros del viejo alcornoque, al aguila blanquecina que preside el risco, a las primeras setas de la otoñada, al lamento de zorro.
El día que desaparezca el vaho de la mula subiendo la pedrera en pos de jaras o el día que no escuchemos el silbido del cabrero enderezando a las cabras “descarrias” o en aquel momento que no haya braseros de picón en las puertas de nuestros pueblos, ni macetas en las balaustradas de casas de piedra, ni gatos arrellanados en los graneros de los doblados,…ese día moriría de soledad el campo.
Y ese dia faltara algo, la lluvia llorara su asuencia, el viento no musicara los montes. El campo y el mundo rural no tendran los mismos colores.
AMIGOS QUE LA VIDA RURAL OS ATALANTE.
Las palomas salen espavoridas ante la multuosidad ensordecida de las campanas de la vieja torre. Por la puerta principal salen los recien casados abrazados, Juan e Ines, se les ve felices exultantes, la emocion hace que Juan tenga los ojos llorosos, nunca penso que sobreviviria a la guerra y casarse con la mujer de su vida.
Tuvieron cutro hijos, buen numero para Juan, como cuatro polluelos fueron los que se criaron el nido que colgaba en lo alto del viejo alcornoque.
La vida habia cambiado bastante, ahora vive en el pueblo. El trabajaba en el campo, todos los dias cogia la mula aflamencada de color marron claro, y antes de que amaneciera ya tenia al animal preparado para salir con direccion a la finca, a desempeñar su labor con el ganado y el arbolado; vivia feliz en el campo donde el se habia criado desde muy pequeño y en contacto con esos otros moradores, los animales, los arboles, el viento, el horizonte encumbrado en los dias de invierno era lo que realmente le hacia sentirse util.
El dia que falten las personas que dieron nombre a la sierra, al recodo del rio, al pajaro negro con grandes ojos, que anida entre los agujeros del viejo alcornoque, al aguila blanquecina que preside el risco, a las primeras setas de la otoñada, al lamento de zorro.
El día que desaparezca el vaho de la mula subiendo la pedrera en pos de jaras o el día que no escuchemos el silbido del cabrero enderezando a las cabras “descarrias” o en aquel momento que no haya braseros de picón en las puertas de nuestros pueblos, ni macetas en las balaustradas de casas de piedra, ni gatos arrellanados en los graneros de los doblados,…ese día moriría de soledad el campo.
Y ese dia faltara algo, la lluvia llorara su asuencia, el viento no musicara los montes. El campo y el mundo rural no tendran los mismos colores.
AMIGOS QUE LA VIDA RURAL OS ATALANTE.
