VIRGEN DE CADELARIA CANARIAS.
"Yo soy muy devota de la Virgen, me hubiera gustado conocerla y vivir en esos tiempos, que aunque eran difíciles no lo eran tanto como ahora", señaló González. Tanto ella como su compañera aseguraron que les hubiera gustado ver a más gente joven en esta fiesta. "No hemos visto a tanta juventud como quisiéramos, las tradiciones se están perdiendo", mantuvo González.
También eran primerizas en esta procesión Elena Delgado y María del Carmen Cabrera. Desde La Orotava se trasladaron estas dos devotas para pedir salud y trabajo para toda su familia. "Si la Virgen no lo puede conseguir nadie lo hará", aseguró Cabrera.
Tras la misa, las velas comenzaron a encenderse dentro de la Basílica para salir acompañando a La Morenita. Fuera reinaba el silencio, solo roto por los ruidos entrelazados de los bucios y las campanas, mientras miles de rostros fervorosos contemplaban a la Patrona.
"Yo soy muy devota de la Virgen, me hubiera gustado conocerla y vivir en esos tiempos, que aunque eran difíciles no lo eran tanto como ahora", señaló González. Tanto ella como su compañera aseguraron que les hubiera gustado ver a más gente joven en esta fiesta. "No hemos visto a tanta juventud como quisiéramos, las tradiciones se están perdiendo", mantuvo González.
También eran primerizas en esta procesión Elena Delgado y María del Carmen Cabrera. Desde La Orotava se trasladaron estas dos devotas para pedir salud y trabajo para toda su familia. "Si la Virgen no lo puede conseguir nadie lo hará", aseguró Cabrera.
Tras la misa, las velas comenzaron a encenderse dentro de la Basílica para salir acompañando a La Morenita. Fuera reinaba el silencio, solo roto por los ruidos entrelazados de los bucios y las campanas, mientras miles de rostros fervorosos contemplaban a la Patrona.
La mayoría de la gente pide cosas materiales, no espirituakes, como AMOR, PAZ, COMPRENSIÓN, rtc en las familiad; aunque haya necesidades, pobreza... Un mínimo de bienestar es imprescindible (alimento, ropa de abtigo, un techo donde cobijarse...); pero lo que realmente nos hacen felices no son las riquezsd, sino el AMOR
AMAPOLA, compartimos lo que dices, tendríamos que preguntar a los que la crisis les rompió la familia, niños abandonado, mayores en la calles, personas deambulando por las ciudades rebuscando en los desperdicios ricos de otros, nos parece que el AMOR de miseria se hace difícil, algunos pierden la salud para enriquecerse pensando que el dinero le devolverá lo perdido, como si la salud y el tiempo tuviera precio. SALUDOS.