Yo crecí viendo llevar las andas en las procesiones de mi pueblo a los hombres; esrios... con devoción... No acabo de acostumbrarme a ver llevarlas a las mujeres. Siempre me pregunto: ¿Y los membrilleros? Y al momento vienen a mimente la escena del Crucificado y a sus pies las mujeres... ¡Ole las mujeronas de mi pueblo!