CRONICA SOCIAL-. MIEDO DE QUE.
CRIS, no es un suceso agradable lo que cuentas de los padeceres íntimos pasados de otros tiempos que no son tan lejanos, el mañana es hoy aunque a la velocidad que nos corre el reloj el tiempo vuela, pero valoramos y te lo agradecemos el gran paso que has dado el desnudar parte de tu propia historia y de los tuyos, nos leva a la conclusión cuantas de estas nos falta valor de contar, en el rincón de la calle Matadero en noches calurosas con vecinos reunidos al fresco, de niños escuchábamos aventuras y desaventuras de las que poníamos mucha atención, algunas se convertían en un mal sueño, los mayores se las llevaron dejándonos huérfanos de recuerdos, cuantos malos ratos de miseria, dolor del que dicen es el primer síntomas de una enfermedad, de una soledad recogida en cuatros paredes no elegida, donde una contada jícara de chocolate con un cacho de pan nos sosegaba un estomago en ebullición inquieta, los dejamos en un olvido de olvidar como si nos diera miedo lo vivido o el repetir, cuando tendríamos que preocuparnos lo que nos queda por vivir, lo único que tenemos asumido que el final no empieza hoy, es lo que hay... tasio...
CRIS, no es un suceso agradable lo que cuentas de los padeceres íntimos pasados de otros tiempos que no son tan lejanos, el mañana es hoy aunque a la velocidad que nos corre el reloj el tiempo vuela, pero valoramos y te lo agradecemos el gran paso que has dado el desnudar parte de tu propia historia y de los tuyos, nos leva a la conclusión cuantas de estas nos falta valor de contar, en el rincón de la calle Matadero en noches calurosas con vecinos reunidos al fresco, de niños escuchábamos aventuras y desaventuras de las que poníamos mucha atención, algunas se convertían en un mal sueño, los mayores se las llevaron dejándonos huérfanos de recuerdos, cuantos malos ratos de miseria, dolor del que dicen es el primer síntomas de una enfermedad, de una soledad recogida en cuatros paredes no elegida, donde una contada jícara de chocolate con un cacho de pan nos sosegaba un estomago en ebullición inquieta, los dejamos en un olvido de olvidar como si nos diera miedo lo vivido o el repetir, cuando tendríamos que preocuparnos lo que nos queda por vivir, lo único que tenemos asumido que el final no empieza hoy, es lo que hay... tasio...