“UN PUEBLO QUE NUNCA SE OLVIDA: Recordando”. 89. III Parte.
Qué cosas tenéis… ¡cómo no nos vamos a acordar de Agustín Calzo “Corchete”! Si hasta nos acordamos del otro seminarista Antonio Mansilla que hubo en el pueblo. Ángel Tejero García y Santiago Magariño Lena, nos queda un poco lejos; ya que D. Ángel se ordenó sacerdote 10 días antes de que cumpliésemos 1 año de vida, y de Santiago… quizás por aquí tengamos de él un libro de latín.
Pero éste no era nuestro argumento en el día del fallecimiento de Agustín; sino recordarlo… sino como insigne (que nos cuesta reconocerlo, somos más dado a los de fuera), sí como un digno hijo de Membrío. No nos podemos callar por menos: cuando venía al pueblo, aquellas tardes de paseos por aquella carretera de tierra y apenas tráfico, con aquella su bicicleta carretera arriba… carretera abajo, rodeado de muchachas y a aquella escandalosa “comitiva”, nos adheríamos unos cuantos, que por extensión… las muchachas también iban con nosotros (Risas). ¡Qué ignorantes…! Pues al “Alto la Charca” que nos íbamos.
Decir que Agustín era un gran músico es una obviedad. Que el armonium de la parroquia bajo sus manos sonaba a “Gloria Bendita” está superado ya. No en vano tocando… ensayamos una obra de teatro que se llamaba “Las Tres Marías” o “Las Tres Avemarías”, que nunca – no recordamos el motivo porqué - nunca se puso en escena. Terminamos. Las última vez que nos vimos fue en la puerta del “Bar Machado”; siendo ya profesor de Geografía e Historia. Pues de historia es la conferencia que dará aquí en la capital a las ocho y media el amigo Juan Francisco Rivero, cronista oficial de Brozas, sobre la primera proyección cinematográfica en Extremadura en 1900, que hizo un paisano suyo.
En fin… lo que es una pena que se tenga que morir uno para que te recuerden. Pero así es de injusta la vida que le vamos a hacer, y dar gracias que tengamos que escribir poco sobre estos asuntos. SALUDOS.
Qué cosas tenéis… ¡cómo no nos vamos a acordar de Agustín Calzo “Corchete”! Si hasta nos acordamos del otro seminarista Antonio Mansilla que hubo en el pueblo. Ángel Tejero García y Santiago Magariño Lena, nos queda un poco lejos; ya que D. Ángel se ordenó sacerdote 10 días antes de que cumpliésemos 1 año de vida, y de Santiago… quizás por aquí tengamos de él un libro de latín.
Pero éste no era nuestro argumento en el día del fallecimiento de Agustín; sino recordarlo… sino como insigne (que nos cuesta reconocerlo, somos más dado a los de fuera), sí como un digno hijo de Membrío. No nos podemos callar por menos: cuando venía al pueblo, aquellas tardes de paseos por aquella carretera de tierra y apenas tráfico, con aquella su bicicleta carretera arriba… carretera abajo, rodeado de muchachas y a aquella escandalosa “comitiva”, nos adheríamos unos cuantos, que por extensión… las muchachas también iban con nosotros (Risas). ¡Qué ignorantes…! Pues al “Alto la Charca” que nos íbamos.
Decir que Agustín era un gran músico es una obviedad. Que el armonium de la parroquia bajo sus manos sonaba a “Gloria Bendita” está superado ya. No en vano tocando… ensayamos una obra de teatro que se llamaba “Las Tres Marías” o “Las Tres Avemarías”, que nunca – no recordamos el motivo porqué - nunca se puso en escena. Terminamos. Las última vez que nos vimos fue en la puerta del “Bar Machado”; siendo ya profesor de Geografía e Historia. Pues de historia es la conferencia que dará aquí en la capital a las ocho y media el amigo Juan Francisco Rivero, cronista oficial de Brozas, sobre la primera proyección cinematográfica en Extremadura en 1900, que hizo un paisano suyo.
En fin… lo que es una pena que se tenga que morir uno para que te recuerden. Pero así es de injusta la vida que le vamos a hacer, y dar gracias que tengamos que escribir poco sobre estos asuntos. SALUDOS.