Vamos a ver si aclaramos esto sobre el día de San Jorge, en mi calendario es el día 23 de abril y creo que siempre es así. ADP tendrá que darnos más explicaciones sobre la foto.
Pues muy fácil "VIRGO": San Jorge por onomástica, San Juan de Dios por profesión y san Bernabé por veneración. San Jorge lo conocemos desde el año 1965, San Juan de Dios lo festejamos desde 1971 y San Bernabé lo conocemos de toda la vida. En las tres hemos intervenido directamente, en cada uno por causas diferentes desde el año 1954 que trajeron la actual talla; aunque talla lo que se dice talla era la imagen antigua. Puede que sepamos poco de santos y festividades pero de San Bernabé algo sabemos desde que se presentó en el pueblo en los lomos de una moto. Lo que pasa... es lo que pasa. Gracias "VIRGO" por darnos la oportunidad de expresarnos libremente. Y es que este FORO es una maravilla no siempre bien entendida. ¡Hombre... puede ser que alguna vez te encuentre con algún impropio!, que junto con los anónimos... es lo que más se teme: Es ahí por lo que la gente se marcha y se refugia en el foro de Facebook, actuando más como un placebo. Pero por lo general bien, gente irrespetuosa te las encontrarás siempre en cualquier parte. Todo tiene su parte positiva y su parte negativa. Pues que estos santos nos bendigan. SALUDOS.
Estas rodeado de santos, San Jorge, San Juan de Dios, San Bernabé y te faltan dos, San José y San Joaquín, día del padre y de los abuelos respectivamente.
¡Jesús, Jesús........................ ...... olvidarse de San José y de San Joaquín!.
¡Jesús, Jesús........................ ...... olvidarse de San José y de San Joaquín!.
El día del padre y de la madre son días famosos pero el día del abuelo y de la abuela pasan desapercibido y por eso vamos a decir algo de ellos.
San Joaquín y Santa Ana. Patronos de los abuelos.
Cada 26 de julio se celebra en la Iglesia Católica la fiesta de los padres de la Santísima Virgen María y abuelos de Jesús, San Joaquín y Santa Ana. Ambos santos, llamados patronos de los abuelos, fueron personas de profunda fe y confianza en Dios; y los encargados de educar en el camino de la fe a su hija María, alimentando en ella el amor hacia el Creador y preparándola para su misión.
En nuestro calendario hay un día de celebración y conmemoración para cada cosa: a personas, lugares, hechos históricos, colectivos, animales, enfermedades… Algunas de esas fiestas son a nivel mundial y respaldada por organismos internacionales como la UNESCO, ONU, Unión Europea o estamentos locales o regionales.
Entre todo el maremágnum de días mundiales, nacionales o internacionales podemos encontrar que de todas la fechas en las que se dedica o conmemora un día especial quizás dos de los más famosos son el Día de la madre y el Día del Padre.
Pero hay unas figuras de vital importancia en nuestra vida y a las que no se les ha rendido el merecido homenaje y respeto que se merecen: LOS ABUELOS.
El 26 de julio está dedicado a la figura de los abuelos, pero es una de esas fechas que casi pasan desapercibidas, posiblemente al caer en época estival.
Muchos os preguntaréis que si ese es uno de los motivos ¿por qué no lo cambian de fecha? Pues porque el 26 de julio es, en el calendario católico, el día que se celebra la onomástica de San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen María y, por tanto, abuelos de Jesucristo, de ahí que se haya escogido este como el ‘Día de los Abuelos’.
Pero cabe destacar que la fecha de celebración del ‘Día de los Abuelos’ no es la misma en todo el planeta. Por ejemplo, y como curiosidad, en Polonia se celebra el 21 de enero el Día de la abuela y al día siguiente el del abuelo. En el Reino Unido es el primer domingo de octubre; en Canadá el segundo domingo de septiembre; en Chile el 15 de octubre; en Colombia el cuarto domingo de agosto; en Estados Unidos es el primer domingo después del Labor Day (día festivo que cae en el primer lunes de septiembre); en Francia el primer domingo de marzo o en México que es cada 28 de agosto, por poner unos cuantos ejemplos.
Cada 26 de julio se celebra en la Iglesia Católica la fiesta de los padres de la Santísima Virgen María y abuelos de Jesús, San Joaquín y Santa Ana. Ambos santos, llamados patronos de los abuelos, fueron personas de profunda fe y confianza en Dios; y los encargados de educar en el camino de la fe a su hija María, alimentando en ella el amor hacia el Creador y preparándola para su misión.
En nuestro calendario hay un día de celebración y conmemoración para cada cosa: a personas, lugares, hechos históricos, colectivos, animales, enfermedades… Algunas de esas fiestas son a nivel mundial y respaldada por organismos internacionales como la UNESCO, ONU, Unión Europea o estamentos locales o regionales.
Entre todo el maremágnum de días mundiales, nacionales o internacionales podemos encontrar que de todas la fechas en las que se dedica o conmemora un día especial quizás dos de los más famosos son el Día de la madre y el Día del Padre.
Pero hay unas figuras de vital importancia en nuestra vida y a las que no se les ha rendido el merecido homenaje y respeto que se merecen: LOS ABUELOS.
El 26 de julio está dedicado a la figura de los abuelos, pero es una de esas fechas que casi pasan desapercibidas, posiblemente al caer en época estival.
Muchos os preguntaréis que si ese es uno de los motivos ¿por qué no lo cambian de fecha? Pues porque el 26 de julio es, en el calendario católico, el día que se celebra la onomástica de San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen María y, por tanto, abuelos de Jesucristo, de ahí que se haya escogido este como el ‘Día de los Abuelos’.
Pero cabe destacar que la fecha de celebración del ‘Día de los Abuelos’ no es la misma en todo el planeta. Por ejemplo, y como curiosidad, en Polonia se celebra el 21 de enero el Día de la abuela y al día siguiente el del abuelo. En el Reino Unido es el primer domingo de octubre; en Canadá el segundo domingo de septiembre; en Chile el 15 de octubre; en Colombia el cuarto domingo de agosto; en Estados Unidos es el primer domingo después del Labor Day (día festivo que cae en el primer lunes de septiembre); en Francia el primer domingo de marzo o en México que es cada 28 de agosto, por poner unos cuantos ejemplos.