“AYER POR TODO EL DÍA… OCURRIÓ 36. IV Parte.
A finales de los 80… principios de los 90, fue cuando de verdad empezamos a conocer todo (y cuando decimos todo es que es todo) que en nuestros campos nos rodea (no faltará alguien que diga: que si fuera mío lo vendía) tampoco está mal. Nosotros hemos defendido la idea que hay que pasear por el campo viendo, observando y interpretando más que el “corro que te pillo”, llegar al lugar y vuelta para atrás, más bien por… una posible y simple torcedura de tobillo, una raja por la jara motivada o una inesperada angina de pecho. Pero el otro día… ¡ay el otro día! Descubrimos que ir despacio no consistía todo en el paseo por el campo. Un compañero de ruta… es que ahora los políticos han puestos de moda lo de “trazado de ruta” y lo de “la línea roja”… aquí sólo tenemos la de la Rivera y para eso este año no lleva agua, tan despacio íbamos que le tuvimos que decir: ¡vamos que no llegamos…! Llevaba en la mano una pantallita rectangular muy mona y muy plana, móvil o celular, que acaparaba toda su atención prestada. Y es que la “chicharra” le sonaba cada dos por tres y menudo susto nos pegaba. Así solo se tiene la opción de mirar pero no ver y menos sentir. También –ahora no son los políticos, sino nosotros mismos- hemos puesto de moda o inventado esa frase comodín, que para todo sirve, lo mismo sirve para” un roto que para un descosió”: “Ay, cada uno…” y lo que sigue. Y así no hay manera de razonar ni entender las cosas. Nos quedamos con llevar una vara en una mano y en la otra… una máquina fotográfica. Tampoco somos perfectos. SALUDOS.
A finales de los 80… principios de los 90, fue cuando de verdad empezamos a conocer todo (y cuando decimos todo es que es todo) que en nuestros campos nos rodea (no faltará alguien que diga: que si fuera mío lo vendía) tampoco está mal. Nosotros hemos defendido la idea que hay que pasear por el campo viendo, observando y interpretando más que el “corro que te pillo”, llegar al lugar y vuelta para atrás, más bien por… una posible y simple torcedura de tobillo, una raja por la jara motivada o una inesperada angina de pecho. Pero el otro día… ¡ay el otro día! Descubrimos que ir despacio no consistía todo en el paseo por el campo. Un compañero de ruta… es que ahora los políticos han puestos de moda lo de “trazado de ruta” y lo de “la línea roja”… aquí sólo tenemos la de la Rivera y para eso este año no lleva agua, tan despacio íbamos que le tuvimos que decir: ¡vamos que no llegamos…! Llevaba en la mano una pantallita rectangular muy mona y muy plana, móvil o celular, que acaparaba toda su atención prestada. Y es que la “chicharra” le sonaba cada dos por tres y menudo susto nos pegaba. Así solo se tiene la opción de mirar pero no ver y menos sentir. También –ahora no son los políticos, sino nosotros mismos- hemos puesto de moda o inventado esa frase comodín, que para todo sirve, lo mismo sirve para” un roto que para un descosió”: “Ay, cada uno…” y lo que sigue. Y así no hay manera de razonar ni entender las cosas. Nos quedamos con llevar una vara en una mano y en la otra… una máquina fotográfica. Tampoco somos perfectos. SALUDOS.
