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MEMBRIO: “AYER POR TODO EL DÍA… OCURRIÓ” 56. IV Parte....

cuando alguien se decidira a tener todas estas reliquias en un museo del pueblo. ¡pregunto ¡

Buena pregunta... pero de difícil solución tendríamos que tener un espacio para ello, por ejemplo: un museo o casa antigüa?.
La comarcal acondicionada es perfecta tiene espacio y se podría diferenciar todos los utensílios que utilizaban nuestros
mayores.
ADP, podrías por favor hablar de una tradición como era la DOTE, que regalaban las familias pudientes claro!.
GRACIAS

“AYER POR TODO EL DÍA… OCURRIÓ” 56. IV Parte.

ADP, podrías por favor hablar de una tradición como era la DOTE, que regalaban las familias pudientes claro!.
GRACIAS
Enviado el 21/04/2016 a las 14:57

En el sentido más amplio de lo que pueda significar o significó “La Dote”; salvando las distancias con las situaciones jurídicas, culturales y demás y centrándonos más en nuestro pueblo y dando gusto a la “forera anónima” que nos lo ha pedido, que seguramente sabe más que nosotros, hoy vamos hablar de “La dote” un poco.

Partiendo que la boda era – hoy también qué duda cabe pero sin tanto empuje- un gran acontecimiento social, puesto que había que aportar no sin sacrificio, cosas materiales al matrimonio y la gran protagonista –hoy también pero no con aquel arraigo y manera- era la novia, y es ahí aquella- hoy no están necesaria- bonita tradición. Como tradición era que la noche antes de la boda, el novio se cogieran una borrachera, “pea” o “mosca” y los familiares más cercano lo llevaran a acostar, formaba parte del “juego”; por favor no coger lo del “juego” al pié de la letra, que el matrimonio es una cosa muy seria.
Desde muy temprana edad, a la niña se le enseñaba a coser y a bordar, y una vez que se “graduaba” en estas faenas caseras como un deber. Fijémonos lo que ocurre ahora, si hoy de una novia se dice que no sabe ni freír un huevo, tontos de nosotros que nos creemos que eso dá mayor “empaque”; aunque nosotros particularmente estamos de acuerdo… contra más sepa, mas trabajo. Así que no extrañemos que dijera el tío Isaac, silla al hombro, que si el trabajo es salud, viva la tuberculosis; aunque últimamente vuelve hacer aparición…¡no hombre no… el trabajo no, la tuberculosis!

Todas las tardes, esa niña de que hablamos, en la puerta de la calle o rellano y en corro con las mujeres mayores: cosía y bordaba la dote; principalmente sabanas, toallas y el refajo, que era preceptivo tener cuando fuera mayor porque era necesario promocionarse principalmente en los bailes y eventos…Llegaba “La pedida”, que no tiene que ver nada cuando a esa misma muchacha la ibas a sacar a bailar, te decía que estaba “peía”. Y tú, como no era fans de los malos olores, las dejaba descansar. Pero ya con novio y todo y a punto de cansar, en el zagüan de su casa, la de los padres, enseñaba a todo el pueblo “LA DOTE” que llevaba. Se decía unas otras…¡vamos a ver la dote que lleva la fulanita! Ni que decir tiene que había buenos y mejores. Como tradición tenía un punto; ahora somos más global y poco particular y diferenciador. Pero también pensemos por un momento, que antes no había ninguna clase de seguro ni planes de pensiones y había que guardar.

Me suena “la chicharra”, digo el whastApp, y dice que a la Virgen hay que visitar. Esperamos y deseamos que el relato haya sido de agrado y hayamos respondido satisfactoriamente a la sugerencia. SALUDOS.