MEMBRIO: San Jorge y el dragón....

San Jorge y el dragón.
El día 23 de abril se celebra en Cáceres el día de San Jorge, patrón de la ciudad. Una fecha que tiene que ver con la reconquista de la ciudad en el siglo XIII.
La fiesta simboliza la reconquista cristiana de la ciudad combinando hechos históricos, como la disputa entre musulmanes y cristianos, con leyendas, como la victoria de San Jorge sobre un dragón. La fiesta engalana la ciudad y se celebra con la "quema del dragón" en la Plaza Mayor y con representaciones teatrales de la batalla entre moros y cristianos. También tiene lugar procesiones al santuario de la Virgen de la Montaña, concurso de hogueras o la búsqueda de las gallinas de oro (dos huevos de oro que se esconden por la ciudad).
LEYENDA.
“Existe un leyenda sobre moros y cristianos, entre un capitán cristiano y una bella dama infiel. Según ésta, en el año 1229 las tropas de Alfonso IX se afanaban por la reconquista de la ciudad de Cáceres, en poder de un kaid agareno que tenía una bella hija, enamorada de uno de los capitanes cristianos que asediaban la villa. Merced a los favores de la joven mora, el capitán cristiano logró conocer un túnel subterráneo que atravesaba las murallas de la fortificada ciudad. Lo que en varias ocasiones le sirvió como una ruta para encontrarse con su amada, en la víspera del día 23 de Abril fue utilizado por él y otros cuantos soldados como camino para franquear la fortaleza y sorprender a los defensores moros mientras otros cristianos simulaban el asalto en la puerta denominada del Socorro. Esa noche, pues, Cáceres fue recuperada para la cristiandad y dotada de fueros por el rey leonés Alfonso IX. Era la víspera del Señor San Jorge, santo que fue considerado por la cristiandad como máximo protector de sus ejércitos.
Por eso se conmemora el día 23 de Abril la festividad del patrón de Cáceres, San Jorge, cuya celebración ha ido evolucionando hasta llegar a nuestros días con la versión moderna de la quema de un dragón y la escenificación de una feroz lucha entre moros y cristianos. En realidad, según se manda en el fuero concedido a la ciudad, la celebración tendría que consistir en la quema de hogueras por parte de sus vecinos para simular los asentamientos de las tropas cristianas que habrán de tomar la ciudad así como en el lanzamiento de brevas para evocar la lucha.”