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“AYER POR TODO EL DÍA… OCURRIÓ” 58. IV Parte.
La otra tarde-noche nos decía o nos recordaba Francis en su pregón de San Jorge a los santos guerreros S. Miguel, San Jorge y S. Luis de Francia, ninguno lo tenemos en el inventario de nuestra iglesia, ¿ninguno…? Eso había que verlo. De muchachinos, cuando las naves laterales estaban dispuestas de diferente manera como hoy están, y que muchos no las recordaran o no la han visto así, con unos asientos o bancos bajos, reservados especialmente para niños, los que nos “entreteníamos” a descifrar que santos veíamos desde allí; había uno con espada y todo que nos llamaba especialmente la atención, porque llevaba una espada en la mano, quizás por su conversión cuando se cayó del caballo camino de Damasco cuando iba a perseguir a los cristianos, en fin… cosas de muchachos. No sin darnos los corrientes sustos, cuando el párroco de turno y desde el cercano púlpito decía: “ ¡Mirad…! Dirigiéndose a los feligreses en general, pero creíamos que a nosotros a quienes se dirigían y nos llamaba la atención a nuestros ligeros distraimientos, y en las “votaciones” siempre salía San Pablo.
Más tarde… ¡mucho más tarde! Tuvimos una conversación con D. Nicolás sobre el tema, que por cierto… el otro día nos encontramos por el Paseo y el saludo fue la invitación a visitar la rehabilitación de unos murales en su parroquia de Santa María, y agradecimos la invitación. Y más tarde, hemos comprobado y sabido que D. Nicolás tenía razón: Membrío tiene un santo guerrero, ¿bueno y qué…? dirán mucho. Nada… no pasa nada ¡por Dios… y por San Jorge! SALUDOS.
La otra tarde-noche nos decía o nos recordaba Francis en su pregón de San Jorge a los santos guerreros S. Miguel, San Jorge y S. Luis de Francia, ninguno lo tenemos en el inventario de nuestra iglesia, ¿ninguno…? Eso había que verlo. De muchachinos, cuando las naves laterales estaban dispuestas de diferente manera como hoy están, y que muchos no las recordaran o no la han visto así, con unos asientos o bancos bajos, reservados especialmente para niños, los que nos “entreteníamos” a descifrar que santos veíamos desde allí; había uno con espada y todo que nos llamaba especialmente la atención, porque llevaba una espada en la mano, quizás por su conversión cuando se cayó del caballo camino de Damasco cuando iba a perseguir a los cristianos, en fin… cosas de muchachos. No sin darnos los corrientes sustos, cuando el párroco de turno y desde el cercano púlpito decía: “ ¡Mirad…! Dirigiéndose a los feligreses en general, pero creíamos que a nosotros a quienes se dirigían y nos llamaba la atención a nuestros ligeros distraimientos, y en las “votaciones” siempre salía San Pablo.
Más tarde… ¡mucho más tarde! Tuvimos una conversación con D. Nicolás sobre el tema, que por cierto… el otro día nos encontramos por el Paseo y el saludo fue la invitación a visitar la rehabilitación de unos murales en su parroquia de Santa María, y agradecimos la invitación. Y más tarde, hemos comprobado y sabido que D. Nicolás tenía razón: Membrío tiene un santo guerrero, ¿bueno y qué…? dirán mucho. Nada… no pasa nada ¡por Dios… y por San Jorge! SALUDOS.