CRONICA SOCIAL-. LA PESETINA DE NUESTROS MAYORES.
CRIS, nos gusta que nos recuerde con tu claridad espontanea las medidas del gasto de nuestros mayores al ahorro y al mínimo gasto de “las pesetina y la perra gorda” que había que guardar para imprevisto, estos venían con la mala suerte de alguna desgracia por alguna enfermedad que golpeaba sin compasión a una supervivencia maltrecha, esta convicción tiene su origen en la realidad de los tiempos que les tocaron vivir donde las necesidades básicas brillaban por su ausencia donde la palabra “lujo” se había borrado de las conversaciones, a favor a tanta estrecheces desconocían “las depresiones y el estrés” que conviven a la par de compras compulsivas y al consumismo que en vez de facilitarnos la vida nos la quita con esas simples tarjetas de plásticos que nos inducen al gasto salvaje, y además nos regalan música para nuestros oídos ¡oiga compre hoy y pague mañana ¡, como si mañana nunca nos pediría cuentas a nuestras malas cuentas por gastar más que lo que tenemos, la ingeniería económica nos hace unos “pringados” que favorece a unos cuantos con el dinero en paraísos fiscales, las consecuencias la fábrica de morosos desalojado y desahuciados de una vida decente, el partido el dinero lo juega con ventajas.
Aun retenemos la imagen de aquellos pañuelos multiusos de nuestros mayores, había que ver con el esmero que depositaban las cuatros monedas en el centro del pañuelo pasado no sabemos cómo a hacerle un nudo para que no se saliera alguna moneda de uso programado, unas para el tabaco picao y el librito, las otras se perdían en un chato de vino y pare de contar, la barba y el peluquero pueden esperar, hasta alguna fiesta señala y mientras tanto el pañuelo algún moco, sudor y alguna lagrima de dolor les había quitado, es lo que hay…….. tasio…….
CRIS, nos gusta que nos recuerde con tu claridad espontanea las medidas del gasto de nuestros mayores al ahorro y al mínimo gasto de “las pesetina y la perra gorda” que había que guardar para imprevisto, estos venían con la mala suerte de alguna desgracia por alguna enfermedad que golpeaba sin compasión a una supervivencia maltrecha, esta convicción tiene su origen en la realidad de los tiempos que les tocaron vivir donde las necesidades básicas brillaban por su ausencia donde la palabra “lujo” se había borrado de las conversaciones, a favor a tanta estrecheces desconocían “las depresiones y el estrés” que conviven a la par de compras compulsivas y al consumismo que en vez de facilitarnos la vida nos la quita con esas simples tarjetas de plásticos que nos inducen al gasto salvaje, y además nos regalan música para nuestros oídos ¡oiga compre hoy y pague mañana ¡, como si mañana nunca nos pediría cuentas a nuestras malas cuentas por gastar más que lo que tenemos, la ingeniería económica nos hace unos “pringados” que favorece a unos cuantos con el dinero en paraísos fiscales, las consecuencias la fábrica de morosos desalojado y desahuciados de una vida decente, el partido el dinero lo juega con ventajas.
Aun retenemos la imagen de aquellos pañuelos multiusos de nuestros mayores, había que ver con el esmero que depositaban las cuatros monedas en el centro del pañuelo pasado no sabemos cómo a hacerle un nudo para que no se saliera alguna moneda de uso programado, unas para el tabaco picao y el librito, las otras se perdían en un chato de vino y pare de contar, la barba y el peluquero pueden esperar, hasta alguna fiesta señala y mientras tanto el pañuelo algún moco, sudor y alguna lagrima de dolor les había quitado, es lo que hay…….. tasio…….