Gracias ANTONIO. Es verdad que nuestros nietos son nuestros segundos hijos; pero no tenemos la misma autoridad e incluso el mismo poder, ya que la propia vida nos hace laxos. Son la última oportunidad de depositar - ya no decimos experiencias- sino de lo que conocemos y sabemos en general, como si fueran eslabones de una misma cadena. Nosotros seguimos buscando el nuestro: ¿será el nieto o la nieta? Ahí quedamos nuestra sugerencia o súplica. La foto es pura ficción aunque seamos nosotros, en nuestros brazos el eslabón intermedio. SALUDOS.