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MEMBRIO: “LA VIDA NO ES COMO ES… SINO COMO LA RECORDAMOS” 37....

“LA VIDA NO ES COMO ES… SINO COMO LA RECORDAMOS” 37. V. Parte.

Podemos satisfacer la petición o sugerencia de “Tomás y Felisa” de que sigamos escribiendo; la satisfacción es la nuestra, al saber que les gusta; pero pronto habrá que coger vacaciones de esas que ni siquiera se solicitan. Lo que habrá que pronto solicitar con tiempo el día de la Cena, que después empezamos con los dires y diretes entre el dia doce y el día trece.

Ya como por arte de magia hemos entrado en ese lugar del tiempo, donde casi todo es recuerdo no sabemos por qué; ayer cuando la 1 de tv emitía no echaba como se solía decir antes, el programa “Al centro de la tele”, nos hizo recordar aquellas noches de verano D. Jacinto el cura, cuando trasladaba no echaba, su tele hasta la entrada por dentro en la puerta para que viese todo el que quisiera, que en aquellos años – a principio de los 60- era todo una revolución... un espectáculo. Entonces, no muy lejano de la puerta florecían los canchos que servía de asiento a los mayores mientras la chiquearía se sentaba con las piernas cruzadas en mitad de la calle. Era todo un acontecimiento ver aquella “Gran Oportunidad” que se ofrecía a los novilleros de toda España desde la madrileña plaza de “Vista Alegre”. Como no nos vamos a acordar, gracias a la televisión de D. Jacinto de aquel novillero de toreo bufo, llamado Blas Romero “El Platanito”. Y de aquel chirriar de puerta y pasos cada vez más cercano de “Historia para no dormir”, que hacía mirar hacia atrás con cierta desconfianza como diciendo: “Ehí… quién anda por ahí”. Eran tiempos de la transformación; cuando por aquellos años vinieron por primera vez “las voladoras” por Ferias, así como aquel teatro que con todo merecimiento ha pasado a la historia local de Membrío. Ahora traigas lo que traigas, venga lo que venga, no nos estimula ni lo más mínimo… A ver si van a tener razón nuestros mayores cuando dicen: “Estamos harto de tó” y es que por televisión ya casi hemos visto de todo. Han pasado apenas 50 años y vaya vuelco que ha dado esto… por culpa de la televisión, ¡quién lo diría por aquellos entonces! Otro día contaremos lo del “Tele. Club”. No sólo el del pueblo; sino también los de las fincas “Casillas”, “Zamores” y “Clavería”. Menuda sala de proyección tiene “Casillas” donde antes estaba el “tele-club”. Que bien se portó con nosotros la primera vez que vimos dicho “tele-club”, la tía Inocencia la casera. SALUDOS.