“LA VIDA NO ES ASÍ… SINO COMO LA RECORDAMOS” 41. V Parte.
Si nos preguntaran que qué Festividad se celebraba en Membrío el 16 de agosto en antiquísimos tiempo; más de uno contestaría: a mí que c. me importa (Risas) con todas las razón del mundo. Hasta ahí estamos… cuantas cosas se nos están borrando de nuestro personal disco duro o “memoria colectiva”. Si es que pronto no tendremos que memorizar nada, el “aparatito” nos lo dirá todo. Pero en contra, tengámoslo como ejemplo, cada vez que vamos a comprar huevos a donde la Carmen Murilla tenemos que coger la calculadora del móvil, con lo fácil que es calcular 1,80 x10: se pone la misma cantidad con un cero más y se corre la coma un lugar a la derecha como nos enseñaba los maestros en las escuelas y punto en paz. Pero no señor… ya nos fiamos de nuestra propia “cabeza” cada vez más comodona y nos parece que siempre la “tenemos como una olla”; suponemos que hirviendo y en la lumbre, como para venir ahora con San Roque… ¡qué querrá este hombre!
A San Roque, sólo nuestra infantil memoria lo pudiera recordar; ya que le llamaba la atención tantos santos “descalabrados” en la sacristía vieja; que tan vieja no debiera ser puesto que por aquellos entonces pasaba poco de los 100 años de haberse construida con la gran remodelación e echar fuera el cementerio. Fuera como fuera, lo que más que no llamaba la atención el perro de San Roque; pero a pesar de todo el común lo echó en el olvido. Pero tranquilos, que ahora está el perro de Santo Domingo de Guzmán y poca gente se habrá percatado, y eso que a través de la historia ha ocupado cuatro lugares distintos. Pero da igual… ¡qué mas dará! Estamos a lo que estamos. SALUDOS
Si nos preguntaran que qué Festividad se celebraba en Membrío el 16 de agosto en antiquísimos tiempo; más de uno contestaría: a mí que c. me importa (Risas) con todas las razón del mundo. Hasta ahí estamos… cuantas cosas se nos están borrando de nuestro personal disco duro o “memoria colectiva”. Si es que pronto no tendremos que memorizar nada, el “aparatito” nos lo dirá todo. Pero en contra, tengámoslo como ejemplo, cada vez que vamos a comprar huevos a donde la Carmen Murilla tenemos que coger la calculadora del móvil, con lo fácil que es calcular 1,80 x10: se pone la misma cantidad con un cero más y se corre la coma un lugar a la derecha como nos enseñaba los maestros en las escuelas y punto en paz. Pero no señor… ya nos fiamos de nuestra propia “cabeza” cada vez más comodona y nos parece que siempre la “tenemos como una olla”; suponemos que hirviendo y en la lumbre, como para venir ahora con San Roque… ¡qué querrá este hombre!
A San Roque, sólo nuestra infantil memoria lo pudiera recordar; ya que le llamaba la atención tantos santos “descalabrados” en la sacristía vieja; que tan vieja no debiera ser puesto que por aquellos entonces pasaba poco de los 100 años de haberse construida con la gran remodelación e echar fuera el cementerio. Fuera como fuera, lo que más que no llamaba la atención el perro de San Roque; pero a pesar de todo el común lo echó en el olvido. Pero tranquilos, que ahora está el perro de Santo Domingo de Guzmán y poca gente se habrá percatado, y eso que a través de la historia ha ocupado cuatro lugares distintos. Pero da igual… ¡qué mas dará! Estamos a lo que estamos. SALUDOS