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MEMBRIO: “LA VIDA NO ES COMO ES… SINO COMO LA RECORDAMOS”. 51....

“LA VIDA NO ES COMO ES… SINO COMO LA RECORDAMOS”. 51. V Parte.

Vamos a girar unos grados a babor en el relato de esta tarde.

Ahora con motivo de las Feria y Fiestas, los más mayores – no hemos dicho los más viejos- venidos de la diáspora, empezarán o empezaremos hablar del pretérito tiempo, en bares – cada vez menos- en paseos y en las puertas de las calles; ya que los más jóvenes, seguramente hablaran de la caza de Pokémon, que como todo el mundo sabemos puede estar colocado en el Cementerio, en la Comarcal o en “El Santo” por decir algunos posibles lugares. Tampoco podemos descartar, si vemos un grupo de jóvenes más o menos nutrido, pudiera ser … pudiera ser un “flashmob” a la caza de un famoso portando palos de selfi y otros instrumentos “algarabeños” (nos acabamos de inventar una palabra); aunque no sabemos qué famoso o popular –algún día es posible que nos visite con motivo del Pregón- nos va a visitar hasta que no sepamos el Programa de Fiesta, que este año lo tenemos claro; ya que la Procesión sigue siendo por la tarde – un valor indirecto añadido; ya que sin fútbol ni toros, donde iríamos por la tarde del día 15, ya nos contaran ustedes - ¿y que en este pueblo es más famosa, visite quien nos visite, Virgen Nuestra señora de Gracia y Misericordia? Pero de esto no queríamos hablar; sino de cuando dormíamos e aquellos jergones de paja de centeno que se renovaba por estas fechas en las puertas de las calles. Entonces no había coca- cola, como ahora portamos nosotros en nuestras manos, ni esos ventiladores, que cuando entramos en las casas –hay unos pocos puestos- parece el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas que con sus aspas parece las hélices de un avión Boing 707. Ni tampoco había el agua tan fresquitas como hoy procedente del frigo; sino que los muchachos íbamos con nuestras madres por las tardes a por agua con cántaros o tinajas, y nos la daban en el cubo recién manada, ¡aquellas –con perdón- si que eran madres! Lástima que tuviesen los días contados, como lo tendremos nosotros y los mismos almanaques que años tras años hemos deshojados Por eso mismo se tienen que contar unos a otros cosas que han pasado… y si no es así, es que el pueblo está muerto. Lástima también que entre nosotros nos oíamos cada vez menos. SALUDOS.