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“LOS VESTIGIOS DEL PASADO””.01. VI Parte
CUATRO VIENTOS. Un lugar a visitar
El número cuatro es otro de esos números que están presentes en nuestro vocabulario cuando queremos expresar algo, sugerente y como muy eufemístico. Decimos”cuatro gatos” para decir que no había nadie, andar con “cuatro ojos” para decir que esa calle o plaza es peligrosa, entre “cuatro paredes” cuando queremos decir que está encerrado en su propia casa, gritando a los “cuatro vientos”… y no nos estamos saliendo de nuestro pueblo.
Cuando salimos por el campo a pasear que no trotar porque entre otras cosas porque no podemos y siempre evitando el ridículo, la mayor alegría que nos produce es topar con esos vestigios del pasado e intentar “leerlos”. Hacemos una interrupción para lamentar porque nos acabamos de enterar el fallecimiento de Ángel “Prim” hace unas 3 horas y como no… nos hecho recordar cuando trajo en un carro ya fallecido de otro lugar muy conocido como son “Las cabrerizas del tío Guisao”, aquel Viernes de Dolores de 1964.., y eso es lo que nos pasó con “CUATRO VIENTOS”, aunque la mañana fuera lluviosa. Allí en lo alto de la cima enseguida supimos que soplaba viento del oeste y nos invitaba a refugiarnos en tal o cual rincón; comprendimos que estábamos en un punto de referencia al comprobar que por allí pasaba la alambrada divisoria de dos fincas o dos dehesas. Que el punto de referencia nos hablaba de un pasado pastoril floreciente, que junto al gremio de labradores eran las dos principales ocupaciones de la gente de Membrío. Allí… a escaso diez metros, encontramos 3 ó 4 hornillas, de esas que tanto labradores como segadores arrimaban sus repetitivos pucheros; quién se lo iba a decir a ellos, que ahora fuera motivo de comida sibarita, ¡qué tontos nos ponemos algunas veces…! Bien…ya tenemos aquí en la cima de “Cerro Cuatro Vientos”, los cuatro elementos o patrones de la Naturaleza; el fuego, la tierra, el agua y el viento; pero nos falta la descripción y el uso. CONTINUARÁ. Saludos.
CUATRO VIENTOS. Un lugar a visitar
El número cuatro es otro de esos números que están presentes en nuestro vocabulario cuando queremos expresar algo, sugerente y como muy eufemístico. Decimos”cuatro gatos” para decir que no había nadie, andar con “cuatro ojos” para decir que esa calle o plaza es peligrosa, entre “cuatro paredes” cuando queremos decir que está encerrado en su propia casa, gritando a los “cuatro vientos”… y no nos estamos saliendo de nuestro pueblo.
Cuando salimos por el campo a pasear que no trotar porque entre otras cosas porque no podemos y siempre evitando el ridículo, la mayor alegría que nos produce es topar con esos vestigios del pasado e intentar “leerlos”. Hacemos una interrupción para lamentar porque nos acabamos de enterar el fallecimiento de Ángel “Prim” hace unas 3 horas y como no… nos hecho recordar cuando trajo en un carro ya fallecido de otro lugar muy conocido como son “Las cabrerizas del tío Guisao”, aquel Viernes de Dolores de 1964.., y eso es lo que nos pasó con “CUATRO VIENTOS”, aunque la mañana fuera lluviosa. Allí en lo alto de la cima enseguida supimos que soplaba viento del oeste y nos invitaba a refugiarnos en tal o cual rincón; comprendimos que estábamos en un punto de referencia al comprobar que por allí pasaba la alambrada divisoria de dos fincas o dos dehesas. Que el punto de referencia nos hablaba de un pasado pastoril floreciente, que junto al gremio de labradores eran las dos principales ocupaciones de la gente de Membrío. Allí… a escaso diez metros, encontramos 3 ó 4 hornillas, de esas que tanto labradores como segadores arrimaban sus repetitivos pucheros; quién se lo iba a decir a ellos, que ahora fuera motivo de comida sibarita, ¡qué tontos nos ponemos algunas veces…! Bien…ya tenemos aquí en la cima de “Cerro Cuatro Vientos”, los cuatro elementos o patrones de la Naturaleza; el fuego, la tierra, el agua y el viento; pero nos falta la descripción y el uso. CONTINUARÁ. Saludos.