CUANDO PERDEMOS UN SER QUERIDO-II.
Incluso le maldecimos
haciéndole a el responsable
de nuestras desdichas e infortunios
y de su decisión implacable.
Surge de nuestro interior
una furia, un torrente
que nos abrasa con furor
más nada cambia ni regresa el ausente.
Vendrá la resignación
el aceptar lo inevitable
puesto que la desesperación
nos volvería locos de remate.
Somos simples eslabones
todo lo que nace muere
y la ley de la vida tiene sus razones
para lo que a esta cadena se refiere.
Dejamos constancia en la vida
de las obras realizadas
más nuestra existencia será extinguida
incluso para las personas más estimadas.
Incluso le maldecimos
haciéndole a el responsable
de nuestras desdichas e infortunios
y de su decisión implacable.
Surge de nuestro interior
una furia, un torrente
que nos abrasa con furor
más nada cambia ni regresa el ausente.
Vendrá la resignación
el aceptar lo inevitable
puesto que la desesperación
nos volvería locos de remate.
Somos simples eslabones
todo lo que nace muere
y la ley de la vida tiene sus razones
para lo que a esta cadena se refiere.
Dejamos constancia en la vida
de las obras realizadas
más nuestra existencia será extinguida
incluso para las personas más estimadas.