Cuanto trabajaban las mujeres en aquellos tiempos. Esta foto con una mujer blanqueando con la caña y la otra con un pincel (eso parece) y con la escalera ahí, foto ideal para tomarla como referencia para hacer un monumento a la "Mujer trabajadora". Pena, este pueblo no entiende de homenajes a los trabajadores y trabajadoras de un tiempo pasado.
“VESTIGIOS DE PASADO… “ 24. VI PARTE.
Que ganas tienes “VIRGO” de ver un monumento en el pueblo referente a los trabajos, sobre todo referente al campo. La verdad, unos más que otro, se lo merecen; pero nos tememos que tienes que seguir esperando de momento. En cuanto a los homenajes, a “la mujer trabajadora” ya tiene su festividad… el 8 de marzo, junto a los bomberos y San Juan de Dios. Con los homenajes, se quiere reconocer una labor y condición sine quanum… es no ser del pueblo, si quieres que nos llevemos bien y tener promotores. El pintar –mejor dicho- blanquear las fachadas había gente específica o experta en la materia; también es verdad que no existía el estado de bienestar que gozamos hoy... Aún no habían llegado las pensiones y había que subsistir. Hoy sería para aquella gente una aberración: ¡cobrar sin trabajar… dónde se habrá visto eso! Hoy es todo un derecho… y ahora con la extraordinaria, “La hucha” se ha quedado tan sólo con 16. 500 millones. Dejémonos de hablar de dinero que es de mala educación.
Por supuesto que en Membrío se ha homenajeado a gente del pueblo; pero en caso contados. ¡Cómo no nos vamos a acordar…! Si en uno de ellos, tuvimos que leer las palabras escrita por uno de los homenajeados puesto que la emoción le embargó. El otro fue más curioso por la forma que se desarrolló: Habíamos pagado religiosamente el cubierto todos y cada uno que quisimos de asistir, y en una jugada maestra en el último minuto como ayer la del “camero Sergio Ramos”, el homenajeado nos devolvió el importe, pero supo los que realmente querían de verdad asistir. No nos quejemos tanto, que todos tenemos nuestros homenajes cuando se dice: que bueno o buena era.
Ya quedaron atrás, cuando por la calle se oia, a alguien pregonar con burros y serones de esparto: ¡Cal blanca o cal morena! “Vestigios del pasado”… qué duda cabe. SALUDOS.
Que ganas tienes “VIRGO” de ver un monumento en el pueblo referente a los trabajos, sobre todo referente al campo. La verdad, unos más que otro, se lo merecen; pero nos tememos que tienes que seguir esperando de momento. En cuanto a los homenajes, a “la mujer trabajadora” ya tiene su festividad… el 8 de marzo, junto a los bomberos y San Juan de Dios. Con los homenajes, se quiere reconocer una labor y condición sine quanum… es no ser del pueblo, si quieres que nos llevemos bien y tener promotores. El pintar –mejor dicho- blanquear las fachadas había gente específica o experta en la materia; también es verdad que no existía el estado de bienestar que gozamos hoy... Aún no habían llegado las pensiones y había que subsistir. Hoy sería para aquella gente una aberración: ¡cobrar sin trabajar… dónde se habrá visto eso! Hoy es todo un derecho… y ahora con la extraordinaria, “La hucha” se ha quedado tan sólo con 16. 500 millones. Dejémonos de hablar de dinero que es de mala educación.
Por supuesto que en Membrío se ha homenajeado a gente del pueblo; pero en caso contados. ¡Cómo no nos vamos a acordar…! Si en uno de ellos, tuvimos que leer las palabras escrita por uno de los homenajeados puesto que la emoción le embargó. El otro fue más curioso por la forma que se desarrolló: Habíamos pagado religiosamente el cubierto todos y cada uno que quisimos de asistir, y en una jugada maestra en el último minuto como ayer la del “camero Sergio Ramos”, el homenajeado nos devolvió el importe, pero supo los que realmente querían de verdad asistir. No nos quejemos tanto, que todos tenemos nuestros homenajes cuando se dice: que bueno o buena era.
Ya quedaron atrás, cuando por la calle se oia, a alguien pregonar con burros y serones de esparto: ¡Cal blanca o cal morena! “Vestigios del pasado”… qué duda cabe. SALUDOS.
¡Jesús, Jesús....................... pues este también, donde andará!