MEMBRIO: “COSAS DEL AYER…” 46. VI PARTE....

“COSAS DEL AYER…” 46. VI PARTE.

Hay cosas que se van quedando en los lugares más recónditos o recovecos de nuestra memoria, como si quisieran olvidarse: unas veces por su propia fragilidad, otras porque pisan nuevos tiempos y las exigencias son mayores, hablamos de la Navidad, aquí y ahora… en el pueblo, donde hemos tenido nuestro belén, nuestro propio nacimiento. Ya se sabe lo que pasa en estos días en los bares: nos damos cuenta que ya vamos para ¡piiiiiiii! Y hay menos nacimientos. Y como no podía ser de otra manera, se nos brinda recordar nuestra hornada, que comienza el 25 de Enero con María Acuña Sánchez, como número UNO, y termina con el número CUARENTA Y SEIS con Elisa Cristóbal Guillén, y a mitad de año, OCHO, nos bautizamos en el mismo día y en el mismo lugar. Pero yo no he venido hablar de esto; sino de algunos elementos de la Navidad en el pueblo, y si no nos da tiempo, pondremos CONTINUARÁ.

La otra noche por Nochebuena, recordábamos como se llenaba la iglesia parroquial de calvas blancas y tez morenas. Era la gente del campo, que mucha gente no venía al pueblo desde “Las Ferias”; así que se cogía estos días con mucha alegría y regocijo. Nos recordaban aquella misma noche – no siempre a nosotros no va a tocar recordar - que el tío Eduardo Torino, por la noche de Nochebuena, traía a los gitanos que estaban apañando aceitunas en “Misericordia”, después se juntaban con los de aquí…. Y menuda la que armaban en los bares; después estaban los pastores y no pastores, cantando calle arriba calle abajo lo de” Los peces beben en el rio…”, aunque la nieta dice: “Los peces beben en el agua…”, razón no le falta a la muchacha. Pues lo mismo que le pasaba a esta gente que de los villancicos pasaban a canciones propias del Carnaval con aquello de “Un limón eché a rodar…”, cuando hoy los limones se usan para los langostinos; porque sin langostinos no es Navidad… antes era sin pollo de corral. Lo que nunca cambiará los sentimientos religiosos de paz, amor y caridad, cada día más difícil de conseguir y disfrutar. Lo que sí se ha conseguido que no haya Beneficencia ni pobres de solemnidad. Alegrémonos aunque sólo sea por eso. CONTINUARÁ. Saludos y FELIZ NAVIDAD.