Dice Bae, y bien dice, que sé lo que dice. Efectivamente. Ocurre que son cuestiones difíciles de controlar- metafísicamente imposible, se diría-. Si detrás de un seudónimo masculino- hablamos de este ámbito- se encuentra una fémina, o viceversa, salvo que expresamente se diga, no hay manera de saberlo. Me ocurrió con mi hermosa Junco, (seudónimo en masculino) hasta que me enteré. Ignoro si Jabato es Claudia o un híbrido de ambos (sé que fueron amantes, pero nunca se casaron) Sí le diré a Jabato (masculino) que me dirigiré a él de esa guisa, hasta que se demuestre lo contrario. Es cierto que sea lo que sea, parece buena gente, y eso es lo importante. Me dice que use el símbolo @ y así me evito problemas. No. Ese es un símbolo informático que hace referencia a un dominio de Internet. No es una letra del abecedario español. Por ello, aunque alguna vez lo haya hecho- llevado seguramente por el snobismo imperante- no volveré a hacerlo, porque no me gusta prostituir el lenguaje. Los hombres y los gobiernos pueden, y deben, cambiar las leyes, pero no la realidad. He visto, que ya es ver -básicamente a mi buen amigo Empecinado- que le pone el dichoso signo, incluso, a la primera persona del singular del pronombre personal. YO. Es decir, de esta guisa: Y@. El citado yo, como es de dominio público, se usa indistinto para masculino y femenino. No escribiremos sobre los participios ni esas cosas, pero cuando yo me dirijo a TODOS, no tengo que escribir: y a TODAS, porque es una chorrada. En nuestra lengua, el TODO es genérico. Y no voy a escribir futbolisto para dirigirme a Iniesta ni dentisto para hacerlo al estomatólogo. Saludos, besos y abrazos para TODOS (que cada cual coja lo que a bien tenga). PC