“CONVERSANDO CONTIGO…” 30, VII PARTE.
Estamos en el primer día de la ola de frío aunque no nos la creamos, porque quizá nosotros, los que empezamos, ¿empezamos…? a peinar… los cabellos como Trump, tengamos como referente como es una ola, a esos redondeles concéntricos como los churros del tío Pasan que colaboraban a quitar el frío, y que formaba la charca cuando tirábamos una piedra o cuando se hacía competiciones para ver quién era el mejor “cortando el agua”, lo de “cortar el cutis” el frío ya de por sí se encargaba. Y cuando nuestras abuelas eran sabías y os daba un pequeño bochinche de aguardiente cuando te levantabas y corrías a la lumbre antes de ir a escuela.
- ¡Que imprudentes eran las abuelas…!
-Oye, oye… más imprudentes eran las madres que te daban yemas de huevos con vino “a quinado” para despertar el apetito cuando había poco para llevarse a la boca.
- ¡Cállate…!, que el otro día (el sábado pasado) nos dijeron en el pueblo con algo de “regañina”, que no habíamos dicho: que el primer “Año del hambre”, que fue en 1941, que D. Antonio Garay, el diputado, sembró una de sus cercas en “Zamores” de habas para el pueblo: Pues queda dicho.
- Nos ponían el gabán y aquellos gorros de lana, protegiendo inútilmente aquellos “sabañones” en las orejas, y en el camino servía como diversión romper carámbanos de los múltiples charcos que por las calles había.
-Sí, si… pero después sobre las once, se calentaba la tripita aprendiz de barriga con el vaso de leche que en la escuela te ofrecía; pero, ¿sabe alguien donde se calentaba la leche…? Porque ya nos hemos perdido.
- Y como me voy a acordar… si rebasa los 50 años. De lo que más nos acordamos es, de cuando íbamos a apañar aceituna y cuando nuestras madres rompían los carámbanos de la Rivera para poder lavar la ropa.
- Y los padres, ¿qué hacían…?
- Pues jamás quejarse de frío para que veas…. que para eso hombres eran: Andando es como se quita el frío. SALUDOS.
Estamos en el primer día de la ola de frío aunque no nos la creamos, porque quizá nosotros, los que empezamos, ¿empezamos…? a peinar… los cabellos como Trump, tengamos como referente como es una ola, a esos redondeles concéntricos como los churros del tío Pasan que colaboraban a quitar el frío, y que formaba la charca cuando tirábamos una piedra o cuando se hacía competiciones para ver quién era el mejor “cortando el agua”, lo de “cortar el cutis” el frío ya de por sí se encargaba. Y cuando nuestras abuelas eran sabías y os daba un pequeño bochinche de aguardiente cuando te levantabas y corrías a la lumbre antes de ir a escuela.
- ¡Que imprudentes eran las abuelas…!
-Oye, oye… más imprudentes eran las madres que te daban yemas de huevos con vino “a quinado” para despertar el apetito cuando había poco para llevarse a la boca.
- ¡Cállate…!, que el otro día (el sábado pasado) nos dijeron en el pueblo con algo de “regañina”, que no habíamos dicho: que el primer “Año del hambre”, que fue en 1941, que D. Antonio Garay, el diputado, sembró una de sus cercas en “Zamores” de habas para el pueblo: Pues queda dicho.
- Nos ponían el gabán y aquellos gorros de lana, protegiendo inútilmente aquellos “sabañones” en las orejas, y en el camino servía como diversión romper carámbanos de los múltiples charcos que por las calles había.
-Sí, si… pero después sobre las once, se calentaba la tripita aprendiz de barriga con el vaso de leche que en la escuela te ofrecía; pero, ¿sabe alguien donde se calentaba la leche…? Porque ya nos hemos perdido.
- Y como me voy a acordar… si rebasa los 50 años. De lo que más nos acordamos es, de cuando íbamos a apañar aceituna y cuando nuestras madres rompían los carámbanos de la Rivera para poder lavar la ropa.
- Y los padres, ¿qué hacían…?
- Pues jamás quejarse de frío para que veas…. que para eso hombres eran: Andando es como se quita el frío. SALUDOS.