“CONVERSANDO CONTIGO… “ 89. VII PARTE
Se nos ha ido y nadie sabe como ha sido. Apenas ya se hace referencia al “Domingo de Piñata”, el primer domingo de Cuaresma. Era tan parecido al “Domingo Gordo” que se habrá pensado que no hace falta repetirlo. Pero en aquellos tiempos no tan lejanos, representaba la SEGUNDA OPORTUNIDAD de estar en los Carnavales; cuando nuestros campos están poblados de animales y faenas laborales. Así que el que no estaba en el pueblo en un domingo… estaba en el otro; como a la mocita, que estaba prácticamente todo el año su vestidito de refajo poda cambiar de refajo de color y de bordado.” El matiné” se sucedía de igual manera, así como “La campanera”, que al final se preguntaba:
Por qué se para la gente,
ná más la ven de pasar.
Porque es alondra valiente,
que alza la frente y echa a cantar.
Pues muy sencillo: la gente quería ver y comprobar las parejas que habían “ennoviado”; no si en recelo de la madre, tía o abuela de la novia que iban todas del brazo calle Nueva Arriba o calle Nueva Abajo, según donde viviesen, con el novio a prudencial distancia…¡por si acaso!. Si el domingo “Gordo” se comió “el buche”, el domingo de “Piñata” tocaba los “pizpiernos”, lacones y otras zarandajas pero que a todo el mundo le gustaba. Después quedaba el momento no menos espectacular: el paseo por la carretera y el convite a la naranja, que algunos hortelanos vendían a lo largo del paseo de la tarde. Había como no variadas opiniones sobre los nuevos novios como por ejemplo: “ Esos duran poco… te lo digo yo”. “Mira que parejita más linda”. “Pues cara tiene él… si dice n que estaba hablando con otra”. Que le voy yo a decir que ustedes no sepan. Hasta que: hoy de aquellos Carnavales no queda casi nad…, y menos que dure hasta el “Domingo de Piñata”.
No… nos queremos hacernos eco de lo que se está pensando: que los Carnavales son todo el año. SALUDOS.
Se nos ha ido y nadie sabe como ha sido. Apenas ya se hace referencia al “Domingo de Piñata”, el primer domingo de Cuaresma. Era tan parecido al “Domingo Gordo” que se habrá pensado que no hace falta repetirlo. Pero en aquellos tiempos no tan lejanos, representaba la SEGUNDA OPORTUNIDAD de estar en los Carnavales; cuando nuestros campos están poblados de animales y faenas laborales. Así que el que no estaba en el pueblo en un domingo… estaba en el otro; como a la mocita, que estaba prácticamente todo el año su vestidito de refajo poda cambiar de refajo de color y de bordado.” El matiné” se sucedía de igual manera, así como “La campanera”, que al final se preguntaba:
Por qué se para la gente,
ná más la ven de pasar.
Porque es alondra valiente,
que alza la frente y echa a cantar.
Pues muy sencillo: la gente quería ver y comprobar las parejas que habían “ennoviado”; no si en recelo de la madre, tía o abuela de la novia que iban todas del brazo calle Nueva Arriba o calle Nueva Abajo, según donde viviesen, con el novio a prudencial distancia…¡por si acaso!. Si el domingo “Gordo” se comió “el buche”, el domingo de “Piñata” tocaba los “pizpiernos”, lacones y otras zarandajas pero que a todo el mundo le gustaba. Después quedaba el momento no menos espectacular: el paseo por la carretera y el convite a la naranja, que algunos hortelanos vendían a lo largo del paseo de la tarde. Había como no variadas opiniones sobre los nuevos novios como por ejemplo: “ Esos duran poco… te lo digo yo”. “Mira que parejita más linda”. “Pues cara tiene él… si dice n que estaba hablando con otra”. Que le voy yo a decir que ustedes no sepan. Hasta que: hoy de aquellos Carnavales no queda casi nad…, y menos que dure hasta el “Domingo de Piñata”.
No… nos queremos hacernos eco de lo que se está pensando: que los Carnavales son todo el año. SALUDOS.