“CONVERSANDO CONTIGO….” 99. VII PARTE
Ayer o anteayer…- ¡qué más dá! hablábamos de las “Tinieblas” pero no hablamos ni nombramos a la lechuza; siendo el animal (ave) que mejor se data a ella… a la oscuridad. Y un ejemplo vivo lo tuvimos en nuestra iglesia parroquial, que todas las noches bajaba campanario abajo y entraba por el coro cuya vieja puerta siempre estaba abierta. Si lo sabes… no seguimos; pues cuéntalo, no te dé vergüenza, hay que tener vergüenza de las cosas malas….Bien. Todos sabemos y por algo será, que la lechuza es símbolo de la luminosidad en medio de las tinieblas y frecuente era que se bebiese el aceite de la lámpara del Santísimo. Pero apenas quedan gente que se acuerde que la iglesia de nuestro pueblo tuviese una segunda lámpara de aceite: “la Lámpara de las Ánimas Benditas” en su propio Altar; por lo tanto la iglesia era un lagar para las lechuzas. Y el mantenimiento de esta última lámpara tiene su propia historia… Ya es muy tarde para contar y más si las cinco dan enseguida. Bueno… vale, la contaremos así por encima.
El aceite de donde se abastecía la lámpara, es un olivar que esta sito en el lugar denominado “La Fuente”, que todos los de este pueblo saben dónde está y si decimos cual eran los límites, seguro que lo encontrarán: “ por el saliente con olivar de Miguel Méndez, por el poniente con el cercado de Valentín Rico Terrón, por el norte por el camino de Carbajo, y por mediodía con un cercado de los herederos de Francisco Marroyo”.
El dueño por aquellos entonces, tercer cuarto aproximadamente del siglo XIX, era de Miguel García Méndez, que lo había heredado de su tío cura Laureano Garcia Bueno, natural de Membrío –qué buenos curas a través de la historia han nacido en Membrío… y qué orgulloso estamos de ellos - el cura Laureano era hijo natural de Martin Garcia Lobato y María Bueno Bravo, naturales de Membrio. Mira dónde fue a morir D. Lauriano, en el pueblo de “los empalaos” Valverde de la Vera”, de donde era sacerdote el 11 de Noviembre del 1905.
¡Mira…! No nos eche en cara que sabemos la fecha de fallecimiento porque sea el cura de mi pueblo. También sabemos la del sacerdote que estuvo mucho tiempo en el pueblo sin ser de aquí D. Jacinto Sánchez de Cáceres que murió en su pueblo Torrecilla de los Ángeles a la edad de 94 años, el miércoles 3 de noviembre de 1999. A otros les gustaran otras cosas. Veremos ahora que pasará cuando “las cinco den enseguida..”. No, la culpa es nuestra. SALUDOS.
Ayer o anteayer…- ¡qué más dá! hablábamos de las “Tinieblas” pero no hablamos ni nombramos a la lechuza; siendo el animal (ave) que mejor se data a ella… a la oscuridad. Y un ejemplo vivo lo tuvimos en nuestra iglesia parroquial, que todas las noches bajaba campanario abajo y entraba por el coro cuya vieja puerta siempre estaba abierta. Si lo sabes… no seguimos; pues cuéntalo, no te dé vergüenza, hay que tener vergüenza de las cosas malas….Bien. Todos sabemos y por algo será, que la lechuza es símbolo de la luminosidad en medio de las tinieblas y frecuente era que se bebiese el aceite de la lámpara del Santísimo. Pero apenas quedan gente que se acuerde que la iglesia de nuestro pueblo tuviese una segunda lámpara de aceite: “la Lámpara de las Ánimas Benditas” en su propio Altar; por lo tanto la iglesia era un lagar para las lechuzas. Y el mantenimiento de esta última lámpara tiene su propia historia… Ya es muy tarde para contar y más si las cinco dan enseguida. Bueno… vale, la contaremos así por encima.
El aceite de donde se abastecía la lámpara, es un olivar que esta sito en el lugar denominado “La Fuente”, que todos los de este pueblo saben dónde está y si decimos cual eran los límites, seguro que lo encontrarán: “ por el saliente con olivar de Miguel Méndez, por el poniente con el cercado de Valentín Rico Terrón, por el norte por el camino de Carbajo, y por mediodía con un cercado de los herederos de Francisco Marroyo”.
El dueño por aquellos entonces, tercer cuarto aproximadamente del siglo XIX, era de Miguel García Méndez, que lo había heredado de su tío cura Laureano Garcia Bueno, natural de Membrío –qué buenos curas a través de la historia han nacido en Membrío… y qué orgulloso estamos de ellos - el cura Laureano era hijo natural de Martin Garcia Lobato y María Bueno Bravo, naturales de Membrio. Mira dónde fue a morir D. Lauriano, en el pueblo de “los empalaos” Valverde de la Vera”, de donde era sacerdote el 11 de Noviembre del 1905.
¡Mira…! No nos eche en cara que sabemos la fecha de fallecimiento porque sea el cura de mi pueblo. También sabemos la del sacerdote que estuvo mucho tiempo en el pueblo sin ser de aquí D. Jacinto Sánchez de Cáceres que murió en su pueblo Torrecilla de los Ángeles a la edad de 94 años, el miércoles 3 de noviembre de 1999. A otros les gustaran otras cosas. Veremos ahora que pasará cuando “las cinco den enseguida..”. No, la culpa es nuestra. SALUDOS.