“CONVERSANDO CONTIGO…”101. VII PARTE.
Aunque ya… no prácticamente sino realmente como se puede comprobar en cualquier momento, hemos quedado a especie de teniente Martín Cerezo –que por cierto era cacereño de Miajadas- que se resistió dentro de la iglesia (aquí lo hemos cambiado por el foro) de Baler en Filipinas al mando de aquellos valientes soldados que no se habían enterado que la guerra había terminado. Pues hasta esto es semejanza. Si uno “balbucea” en cualquier momento cuantos hay conectados… siempre hay quince o veinte; siendo amparados en los cinco primeros de “los pueblos de España”. Y nosotros entonces nos decimos: ¡Por Dios…! ¿Cómo no nos vamos a molestar por ellos…? A la gente le gusta saber cosas… historias del pueblo como la que vamos a contar ahora:
En los últimos tiempos, es frecuente oír que antes llovía más que ahora, que el “Puente Grande”, junto el “Puente de Zamores” eran los únicos puentes (apartemos el Puente Salor) los únicos baluartes “defensivos” para la gente trabajadora en nuestros campos, unos campos super habitados (a mega habitados nunca se llegó y a desértica si que hemos llegado). Pero que tuvo que pasar aquel 20 de Noviembre de 1918 (está a punto de cumplirse 100 años… ayer por todo el día y sin a nadie que te lo cuente) con la lluvia, que se premió a los guardias civiles Antonio Díaz Cruz, Antonio Méndez Salgado y a Rafael Robledo Jaén, para decir: “realizaron importantes trabajos hasta conseguir poner a salvo a muchas personas que se encontraban en peligro por inundación que ocurrió en aquella población”. Y eso que por aquellos entonces existía en el pueblo una red de albañales, que han ido desapareciendo poco a poco hasta encontrar una resulta anecdótico. SALUDOS.
Aunque ya… no prácticamente sino realmente como se puede comprobar en cualquier momento, hemos quedado a especie de teniente Martín Cerezo –que por cierto era cacereño de Miajadas- que se resistió dentro de la iglesia (aquí lo hemos cambiado por el foro) de Baler en Filipinas al mando de aquellos valientes soldados que no se habían enterado que la guerra había terminado. Pues hasta esto es semejanza. Si uno “balbucea” en cualquier momento cuantos hay conectados… siempre hay quince o veinte; siendo amparados en los cinco primeros de “los pueblos de España”. Y nosotros entonces nos decimos: ¡Por Dios…! ¿Cómo no nos vamos a molestar por ellos…? A la gente le gusta saber cosas… historias del pueblo como la que vamos a contar ahora:
En los últimos tiempos, es frecuente oír que antes llovía más que ahora, que el “Puente Grande”, junto el “Puente de Zamores” eran los únicos puentes (apartemos el Puente Salor) los únicos baluartes “defensivos” para la gente trabajadora en nuestros campos, unos campos super habitados (a mega habitados nunca se llegó y a desértica si que hemos llegado). Pero que tuvo que pasar aquel 20 de Noviembre de 1918 (está a punto de cumplirse 100 años… ayer por todo el día y sin a nadie que te lo cuente) con la lluvia, que se premió a los guardias civiles Antonio Díaz Cruz, Antonio Méndez Salgado y a Rafael Robledo Jaén, para decir: “realizaron importantes trabajos hasta conseguir poner a salvo a muchas personas que se encontraban en peligro por inundación que ocurrió en aquella población”. Y eso que por aquellos entonces existía en el pueblo una red de albañales, que han ido desapareciendo poco a poco hasta encontrar una resulta anecdótico. SALUDOS.