NUESTROS HABITOS DE VIDA, en cualquier caso, pueden provocar que los mecanismos inmunitarios de nuestro organismo sufran deficiencias que alteran su correcto funcionamiento. El estrés, una mala alimentación, dormir poco, la contaminación ambiental o la exposición a agentes químicos son algunos de los factores que ponen a prueba nuestros mecanismos defensivos y pueden alterar negativamente nuestro sistema inmunológico y, por tanto, alterar los mecanismos con los que actúan nuestras defensas.
Con el objetivo de fortalecer nuestro sistema inmune, existen una serie de hábitos cotidianos que podemos adoptar:
Con el objetivo de fortalecer nuestro sistema inmune, existen una serie de hábitos cotidianos que podemos adoptar: