CRONICA SOCIAL-. HACIENDO CAMINO SIN ANDAR.
¡Puede que sí ¡, andamos caminos que se olvidaron del tránsito de un pasado no tan lejano donde los cascos de las bestias y el ajetreo de las carretas marcaron sus huellas en caminos y veredas, por canchos y jarales que hacían senderos de ida y vuelta en el espejo de aquella vida dejándonos en un simple reflejo que ha borrado el tiempo cómplice con el egoísmo del hombre, a la idea conformista por el no hacer nada, caemos en el “me da igual”, miedo nos da aquella frase de un célebre que decía “estáis muertos en vida”, para no formar parte de la tajante sentencia contaremos y mentiremos a nuestro libre albedrio de esas gentes nuestra que estrujaron la tierra para sobrevivir o malvivir, no en vano intentaron inculcarnos que seriamos el remplazo de un futuro sin futuro, el destino lo pusimos en mano de una carretera con dirección alguna parte en busca de vaya usted a saber, huyendo de un porvenir que ignorábamos de un cómplice riesgo de un valor que se nos supone a sabiendas “del nada que perder y algo que ganar”, lo que preguntamos ¿tan mal nos trató la tierra que nos vio nacer?, se nos atrofia la mente en un mar de vertedero y desechos enfrentados por la paz confusa de una guerra entre el amor y el odio, un dilema no resuelto, y nada clarificador cuando ansoma la nostalgia cruel por un amor de lo nuestro que es de otros… los “mandamás de la paz mundial” nos tienen en vilo, primero los intereses propios y con el mundo jugamos a la guerra, solo tienen la decencia de informarnos si lanzaran misiles, bombas químicas o vaya usted a saber, esta es toda la inquietud que atesoran.
Estaremos en el tiempo de huir de las grandes urbes, la misma que nos robó la identidad dejándonos peletes con un código de barra en la búsqueda de una calidad de vida confundida con el poseer, recibir y no dar, el egoísmo es prioridad, de recuerdos que te hacen sentirte bien cuando hablas de ti mismo, olvidas por un momento que no formas parte de una maldita estadística, pasando a ser protagonista de tu propia historia que la ciudadanía te había robado con un código de barra identificativo entre muchas gentes y nada que compartir, lo virtual no ha dado con la solución del corazón, besos y abrazos amenazados por no practicar, y seguimos aquí….
Con rumbo a zonas lejanas y salvajes de “jaras ocupas” entre encinas moribundas de un bicho depredador, los daños a su existencia son colaterales de unos contra otros, maldita convivencia que la guadaña cortara por lo sano, aunque hiciera sangrar la luna llena en las dehesas …..
Caminando por las noches de luna llena reflejada a nuestros pasos “medroncos a un mal pisar”, a la raíz de alguna encina que ha salido a flote en el camino quedando al descubierto, la noche huérfana de viento y nubes, el cielo brilla contagiándonos con formar partes de un entorno amable y generoso, confundido a señales de alambradas con cierre penitenciario de condena animalista donde presentimos animadversión de la tierra que pisamos, hundidos en víctimas de la indigencia ilegal con malos tratos a los sentimientos clandestino de condición, jugamos con la muerte dándole esquina, pero esta da vida a nuestros recuerdos, no me paren bola, lo negamos todo, es lo que hay…….tasio…….
¡Puede que sí ¡, andamos caminos que se olvidaron del tránsito de un pasado no tan lejano donde los cascos de las bestias y el ajetreo de las carretas marcaron sus huellas en caminos y veredas, por canchos y jarales que hacían senderos de ida y vuelta en el espejo de aquella vida dejándonos en un simple reflejo que ha borrado el tiempo cómplice con el egoísmo del hombre, a la idea conformista por el no hacer nada, caemos en el “me da igual”, miedo nos da aquella frase de un célebre que decía “estáis muertos en vida”, para no formar parte de la tajante sentencia contaremos y mentiremos a nuestro libre albedrio de esas gentes nuestra que estrujaron la tierra para sobrevivir o malvivir, no en vano intentaron inculcarnos que seriamos el remplazo de un futuro sin futuro, el destino lo pusimos en mano de una carretera con dirección alguna parte en busca de vaya usted a saber, huyendo de un porvenir que ignorábamos de un cómplice riesgo de un valor que se nos supone a sabiendas “del nada que perder y algo que ganar”, lo que preguntamos ¿tan mal nos trató la tierra que nos vio nacer?, se nos atrofia la mente en un mar de vertedero y desechos enfrentados por la paz confusa de una guerra entre el amor y el odio, un dilema no resuelto, y nada clarificador cuando ansoma la nostalgia cruel por un amor de lo nuestro que es de otros… los “mandamás de la paz mundial” nos tienen en vilo, primero los intereses propios y con el mundo jugamos a la guerra, solo tienen la decencia de informarnos si lanzaran misiles, bombas químicas o vaya usted a saber, esta es toda la inquietud que atesoran.
Estaremos en el tiempo de huir de las grandes urbes, la misma que nos robó la identidad dejándonos peletes con un código de barra en la búsqueda de una calidad de vida confundida con el poseer, recibir y no dar, el egoísmo es prioridad, de recuerdos que te hacen sentirte bien cuando hablas de ti mismo, olvidas por un momento que no formas parte de una maldita estadística, pasando a ser protagonista de tu propia historia que la ciudadanía te había robado con un código de barra identificativo entre muchas gentes y nada que compartir, lo virtual no ha dado con la solución del corazón, besos y abrazos amenazados por no practicar, y seguimos aquí….
Con rumbo a zonas lejanas y salvajes de “jaras ocupas” entre encinas moribundas de un bicho depredador, los daños a su existencia son colaterales de unos contra otros, maldita convivencia que la guadaña cortara por lo sano, aunque hiciera sangrar la luna llena en las dehesas …..
Caminando por las noches de luna llena reflejada a nuestros pasos “medroncos a un mal pisar”, a la raíz de alguna encina que ha salido a flote en el camino quedando al descubierto, la noche huérfana de viento y nubes, el cielo brilla contagiándonos con formar partes de un entorno amable y generoso, confundido a señales de alambradas con cierre penitenciario de condena animalista donde presentimos animadversión de la tierra que pisamos, hundidos en víctimas de la indigencia ilegal con malos tratos a los sentimientos clandestino de condición, jugamos con la muerte dándole esquina, pero esta da vida a nuestros recuerdos, no me paren bola, lo negamos todo, es lo que hay…….tasio…….