Así eran las tardes de Feria, esperando los fuegos artificiales los tres días y en la Plaza, animados por la prestigiosa orquesta "Santos" de la vecina Alcántara, con las ruedas de churros en las mesas, que desprendía su olor característico mezclado con el olor a limones recién exprimidos... Y Alfonso se le unos el de la pólvora quemada... y el de las bolas de anís y turrón duro. En fin, estampas que difícilmente volverán. SALUDOS.