RELATOS AL ATARDECER-LXXXV.
CARPE DIEM: Carpe diem es una locución latina que significa ‘vive el momento’.
Como tal, es una frase atribuida al poeta latino Horacio (65 - 8 a. de C.), quien, en el primer libro de las Odas, aconseja a su amiga Leucone: “Carpe diem, quam minimim credula postero”, que podemos traducir como: “Aprovecha el día de hoy; confía lo menos posible en el mañana”.
Carpe diem es, pues, una invitación a disfrutar el momento, a vivir el hoy y el ahora sin preocuparse por lo que depara el futuro, pues el futuro es incierto, y lo único concreto que tenemos es el presente.
En este sentido, Horacio sigue la línea de los filósofos epicúreos, y argumenta que la vida es breve y la belleza perecedera. Y, siendo la muerte la única certeza, el ahora debe aprovecharse al máximo.
De allí que también se asocie la expresión carpe diem a la sentencia, también de tradición latina, “memento mori”, que traduce ‘recuerda’ que morirás, cuyo objetivo es despertar la conciencia de la finitud de la existencia y de la naturaleza mortal del hombre.
En los últimos años, además, la expresión ha revitalizado su popularidad debido a que es parte fundamental del argumento del filme La sociedad de los poetas muertos (1989), dirigida por Peter Weir, donde un grupo de jóvenes, impelidos por su profesor de literatura, apuestan por una actitud ante la vida basada en el principio del carpe diem.
La popularidad de la expresión es tal que también se ha vuelto un motivo muy apreciado a la hora de tatuarse una frase inspiradora en el cuerpo.
CARPE DIEM: Carpe diem es una locución latina que significa ‘vive el momento’.
Como tal, es una frase atribuida al poeta latino Horacio (65 - 8 a. de C.), quien, en el primer libro de las Odas, aconseja a su amiga Leucone: “Carpe diem, quam minimim credula postero”, que podemos traducir como: “Aprovecha el día de hoy; confía lo menos posible en el mañana”.
Carpe diem es, pues, una invitación a disfrutar el momento, a vivir el hoy y el ahora sin preocuparse por lo que depara el futuro, pues el futuro es incierto, y lo único concreto que tenemos es el presente.
En este sentido, Horacio sigue la línea de los filósofos epicúreos, y argumenta que la vida es breve y la belleza perecedera. Y, siendo la muerte la única certeza, el ahora debe aprovecharse al máximo.
De allí que también se asocie la expresión carpe diem a la sentencia, también de tradición latina, “memento mori”, que traduce ‘recuerda’ que morirás, cuyo objetivo es despertar la conciencia de la finitud de la existencia y de la naturaleza mortal del hombre.
En los últimos años, además, la expresión ha revitalizado su popularidad debido a que es parte fundamental del argumento del filme La sociedad de los poetas muertos (1989), dirigida por Peter Weir, donde un grupo de jóvenes, impelidos por su profesor de literatura, apuestan por una actitud ante la vida basada en el principio del carpe diem.
La popularidad de la expresión es tal que también se ha vuelto un motivo muy apreciado a la hora de tatuarse una frase inspiradora en el cuerpo.