Era la forma más natural de romperse los jeans tan de moda ahora. Antes enseguida la madreo la abuela para echarte unas culeras o rodilleras, que no coincidía ni mucho menos con el género destrozado y no digamos la tintada. Y es que no había que disimular la pobreza con los calzones y pantalones rotos... es que éramos pobres sin llegar a la solemnidad. SALUDOS.